La delegación soviética está a punto de 'tirar la toalla' en las negociaciones de Ginebra sobre los euromisiles
Las negociaciones norteamericano-soviéticas sobre la reducción de armas estratégicas de alcance medio (INF-euromisiles) se encuentran al borde de la ruptura. La delegación soviética que preside el embajador Yuli Alexandrovich Kvitsinski (que ayer se encontraba oficialmente enfermo) parece dispuesta a romper la baraja y a abandonar la mesa de negociaciones si Estados Unidos no adopta "una actitud constructiva" e interrumpe el programa de despliegue de misiles norteamericanos Pershing 2 y de crucero previsto por la OTAN para finales de año en Europa.
Ante esta eventualidad, la Administración Reagan urgió anoche a la URSS que no dé carpetazo a las conversaciones entre las dos superpotencias, al tiempo que insistió en que Estados Unidos instalará los nuevos misiles en Europa occidental antes de final de año si fracasan las negociaciones iniciadas en Ginebra hace 22 meses.La amenaza soviética podría materializarse en cualquier momento, incluso hoy mismo, al término de la reunión semanal, prevista a partir de las once de la ma ñana, en las dependencias de la Agencia de Desarme estadounidense, informa Martín Polanco desde Ginebra. Las revelaciones de la Prensa alemana, italiana y británica anunciando la puesta a punto de las rampas de lanzamiento habrían sido, según Moscú, la gota de agua, "la causa justificadora", de este gesto de desaire.
De confirmarse la ruptura de las negociaciones sobre los euromisiles, el Kremlin, sin embargo, no pretendería con ello poner fin al diálogo Washington-Moscú ni a las conversaciones que sobre armas convencionales (Viena) y fuerzas estratégicas intercontinentales (START, Ginebra) celebran en paralelo ambas superpotencias.
Los soviéticos son conscientes de haber fracasado en su doble empeño: incluir en la negociación los arsenales francés y británico y frenar el despliegue de los 572 euromisiles de la OTAN para contrarrestar la amenaza"de los SS-20.
Moscú se conformaría ahora con el único marco posible de la discusión, las START, ya que oficiosamente la Embajada soviética en Ginebra ha confirmado la voluntad del Krerrilin de "no tirar la toalla, a pesar de la intransigencia de Washington y, las dificultades propias de toda negociación".
Esfuerzos por la paz
La Administración Reagan, por su parte, mantiene que Estados Unidos no escatimará esfuerzos en favor de la paz y que hará cuanto esté a su alcance para que las conversaciones no fracasen, según informa Ramón Vilaró desde Washington. El jefe de la delegación estadounidense, el embajador Paul Nitze, conoce los rumores, pero dice ignorar las intenciones reales y definitivas de los soviéticos.
Oficialmente, la Embajada norteamericana se limita a repetir el comunicado hecho público anoche por la Casa Blanca. "Estados Unidos y sus aliados", dice la nota, "deploran cualquier decisión unilateral de la URSS de suspender las negociaciones sobre los euromisiles. El proceso que está en juego en estas discusiones es de una importancia enorme para la seguridad de Europa y del mundo. Estados Unidos hará cuanto esté en su poder para que prosigan las discusiones y se llegue a un acuerdo".
Los soviéticos no están dispuestos a realizar concesiones relacionadas con las negociaciones de Ginebra hasta que en diciembre comience el despliegue por parte de la OTAN de los euromisiles norteamericanos, indicaron ayer altas fuentes diplomáticas de la República Federal de Alemania (RFA), según informa desde Atenas Andrés Ortega, nuestro enviado especial al Consejo de Ministros que celebra en la capital griega la Comunidad Económica Europea. El ministro de Asuntos Exteriores de este país, Hans Dietrich-Genscher, pretende convencer el próximo fin de semana, en Viena, a su homólogo soviético, Andrei Groiniko, de que los euromisiles comenzarán a ser desplegados irremediablemente si no hay acuerdo en Ginebra. Genscher, cuando todo está en crisis", pretende insistir en la necesidad de un diálogo Este-Oeste en todos los foros posibles. El encuentro bilateral podría ser un intento de clarificación y de mejora del clima general de las relaciones Este-Oeste.
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