La jornada de protesta del jueves en Chile adquiere un matiz abiertamente político

La presente semana promete estar cargada de definiciones políticas de cara al futuro de la dictadura y de la democracia en Clifie. Mientras la oposición unificada se prepara para llevar adelante la cuarta jornada, de protesta nacional, pasado mañana, jueves día 11, convocada por primera vez con fines claramente políticos, el Gobierno intenta reagrupar fuerzas apelando a una flexibilización aparente y se muestrs dispuesto a retomar el control de los acontecimientos, decidido a no renunciar al poder.

Ya no es un misterio para nadie que en las próximas horas o días se producirá el esperado cambio de Gabinete en el que el ex presidente del ultraderechista Partido Nacional y actual embajador en Argentina, Onofre Jarpa, asumirá la cartera de Interior en un Gobierno renovado que pretende salir al paso, con armas más políticas que militares, de los crecientes desafíos que plantea la oposición.Junto con la entrada en funciones de Jarpa -cuestión que ya depende sólo de algunos pequeños detalles de última hora- se dará a conocer un plan político de acción gubernamental, que ha sido preparado sigilosamente durante las últimas semanas por el propio Jarpa, representando a los sectores de la derecha que aún apoyan al general Augusto Pinochet, junto con el general Santiago Sinclair, uno de los miembros más antiguos y enigmáticos del Gabinete, jefe del comité asesor presidencial, considerado como el representante más lúcido de los militares.

Al mismo tiempo, el peligro de una alternativa real de Gobierno, surgida nítidamente tras la multitudinaria manifestación del pasado sábado, en la que se anunció la creación de la Alianza Democrática, ha hecho reagrupar fuerzas a los defensores del régimen, constantemente sumidos en luchas intestinas.

No otro es el objetivo del recién constituido Frente Constitucional, aparecido este fin de semana, organización creada por un grupo de políticos del ex Partido Nacional, del que se excluyó Onofre Jarpa, quien será precisamente el encargado, desde el Gobierno, de dar forma a los planteamientos expuestos por este grupo. En un manifiesto insertado en la edición ayer de los periódicos, el Frente dice que debe respetarse el camino trazado en la Constitución, que no es justo que la oposición busque como único objetivo derrocar al actual régimen y que el Gobierno debe democratizarse desde dentro, en un proceso impulsado por civiles sensatos y militares dispuestos a avanzar hacia la democracia.

La oposición, al menos hasta ahora, no se ha dejado seducir por estas promesas de democratización "desde dentro" y ha planteado muy claramente, por boca de Gabriel Valdés en su discurso del sábado último, que "lo que queremos es ni más ni menos que democracia, ahora", añadiendo que "por democracia entendemos un Estado en que el pueblo decida las formas de su Gobierno y las personas que lo dirijan".