Duro alegato antisoviético de EE UU en la Conferencia de Madrid
El jefe de la delegación norteamericana en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), Max Kampelman, sorprendió a los 34 restantes embajadores que asistieron a la sesión plenaria de ayer con un duro discurso en el que acusó reiteradamente a la URSS de violaciones de los derechos humanos. El discurso fue interrumpido por un delegado soviético, que consideró que la intervención de Kampelman era contradictoria con el acuerdo alcanzado el pasado viernes en la Conferencia de Madrid.El representante norteamericano habló del "sistema totalitario soviético", de la "violación de la soberanía" de Afganistán, de "la población de Polonia, subyugada por una ley marcial". Kampelman afirmó que "no podemos permitir que un acuerdo sobre las palabras oculte las realidades desagradables", criticó la prohibición de las autoridades soviéticas para la emigración de judíos y mencionó el caso de "un pacifista, Alexander Shatravkka, recientemente condenado a tres años de prisión".
Kampelman citó que los dirigentes de la URSS "no son elegidos por su pueblo", y añadió: "Muchos en mi país se preguntan: ¿por qué llegamos a un acuerdo cuando la represión de los derechos humanos en la Unión Soviética es mayor que nunca desde los acuerdos firmados en Helsinki en 1975?". Los representantes de la URSS, Checoslovaquia, RDA y Polonia calificaron las palabras de Karnpelman de "falacias e injurias".
Malta insistió ayer en que todavía no está en condiciones de respaldar el documento final. En este sentido, fuentes diplomáticas informaron de la posibilidad de que destacados dirigentes de la Internacional Socialista, como Willy Brandt y Bruno Kreisky, intercedan ante el máximo dirigente maltés, Dom Mintoff. Sigue sin fijarse una fecha para la sesión de clausura, aunque ayer se hablaba más de septiembre que del presente mes.
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