Decepción en Granada

Un sentimiento de decepción ha producido en Granada la noticia de que el presunto yelmo de Boabdil, que el jueves se subastó en la galería Sotheby's de Londres, no había en realidad pertenecido al último rey nazarí y la pieza viaja ahora camino de Nueva York. El Ayuntamiento había desplazado a la capital británica a su segundo teniente de alcalde, José Miguel Castillo, con el encargo de pujar por el histórico yelmo. Castillo se abstuvo de pujar adoptando la misma postura inhibitoria que los representantes de varios museos importantes del mundo presentes en la subasta. El envío de la delegación granadina a la subasta había sido decidido una vez conocido el informe facilitado al respecto por la directora del Instituto de Estudios de Armas Antiguas del Consejo Superior de investigaciones Científicas, Ada Bruhn de Hoffmeyer, que garantizaba la autenticidad de la pieza, perteneciente a la mítad del siglo XV.El Ayuntarnierno de Granada había contado, con el asesoramiento positivo de diversos especialistas, entre los que cabe destacar al jefe del gabinete del Ministerio de cultura, rector general del Patrimornio, el agregado cultural de la Embajada española en el Reino Unido y el director del Instituto de España en Londres, además del director del Museo de Bellas Artes de Sevilla, el profesor Enrique Pareja. Según el informe del CSIC, Boabdil el Chico, último rey de la dinastía nazarí, había sido despojado de la celada tras su derrota en la batalla de Lucena, el 21 de abril de 1483, cuando, después de caer prisionero de las tropas de los Reyes Católicos, sus armas fueron repartidas entre el conde de Cabra y el alcaide Diego Fernández de Córdoba. El yelmo fue conservado en la Real Armería de Madrid, hasta la guerra napoleónica, en que fue trasladado a Francia por José Bonaparte. En Francia estuvo en dos colecciones, la de Bachereau y la del castillo de Perighen.