El supuesto yelmo de Boabdil subastado en Londres no parece de orfebrería musulmana
La subasta del supuesto yelmo del rey nazarí de Granada concentró en la sala de subastas Sotheby´s de Londres el pasado jueves una gran atención y un enviado especial, el teniente de alcalde del ayuntamiento de Granada, que no quería que tan preciada pieza de su historia se quedara en el extranjero. Al final de la subasta, adjudicado ya el yelmo a un comprador norteamericano, el enviado granadino no se lamentó: está convencido de que el yelmo no es el del último y mítico rey nazarí. Algunos expertos creen que la orfebrería no es musulmana, sino española o de algún lugar de Italia.
La atmósfera en la sala de subastas de Sotheby's, en Bond Street, estaba cargada de electricidad. En medio de un silencio impresionante, dos personas pujaban por una pieza bellísima: la armadura de Enrique II, rey de Francia. El lote había salido en 200.000 libras esterlinas (cuarenta millones de pesetas) y andaba ya por 1.600.000 libras (320 millones de pesetas). La sala, que había seguido la batalla entre suspiros y ahogados gritos de admiración, se quedó callada cuando los otros coleccionistas (entre ellos el Museo del Louvre) se retiraron la lucha prosiguió, mano a mano, entre los representantes de dos anónimos compradores. La última oferta llegó, tras una consulta por teléfono, del otro lado del Atlántico. El comprador norteamericano hizo oír su voz: 1.925.000 libras esterlinas (casi cuatrocientos millones de pesetas). Su competidor bajó la cabeza. ¿Nadie ofrece más? Un, dos, tres", el martillo del subastador cayó sobre la mesa. "Queda adjudicada'". El norteamericano había pagado el triple de lo que la propia Sotheby's pensaba obtener.En la misma sesión se subastó también un casco dorado, con esmaltes, atribuido, según el catálogo, al último rey musulmán de Granada, Boabdil. Sotheby's, que se cuida siempre de avisar a los compradores potencialmente interesados en cada pieza, había enviado fotos del casco a Granada, y el Ayuntamiento de la ciudad andaluza decidió enviar a Londres a su teniente de alcalde, José Miguel Castillo, para estudiar la posibilidad de participar en la puja.
Castillo llegó a la capital británica dos días antes de la subasta para mantener entrevistas con diversos expertos y marchantes y solicitar su dictamen sobre la autenticidad de la pieza. Al parecer, los informes fueron negativos y el teniente de alcalde prefirió mantenerse al margen. El casco, que salió en 30.000 libras (seis millones de pesetas), fue adjudicado en 75.000 (quince millones de pesetas) al Metropolitan Museum de Nueva York.
Según parece, varios de los expertos consultados estimaron que el casco no era una pieza de orfebrería del arte musulmán granadino, sino, tal vez, italiana o de otra zona de España. En todo caso, difícilmente pudo pertenecer a Boabdil, según dichos informes, porque debe situarse en el siglo XVI y no en el XV. El Metropolitan Museum la habría comprado no en su calidad de casco de Boabdil, sino de pieza original y extraña. Los esmaltes que lo adornan son, al parecer, más antiguos que el propio casco, y las inscripciones en árabe no forman palabras conocidas, sino que son una simple colección de letras. Según medios culturales españoles consultados por EL PAÍS en Londres, el teniente de alcalde granadino mantuvo una actitud prudente al no participar en la puja.
Tanto la armadura de Enrique II como el presunto casco de Boabdil pertenecían a la colección de lord Astor.
La armadura subastada en Londres es, según los expertos, una de las más bellas que existen en el mundo. Fue fabricada por el orfebre milanés Giovanni Paoli Negroli en 1540 aproximadamente. El director de la colección de armaduras de la Torre de Londres, Nick Norman, afirmó que era una verdadera tragedia que una pieza semejante, única en el mundo, saliera del Reino Unido". "Nunca ha sido subastada y nunca lo será en el futuro, probablemente, una armadura de calidad y belleza comparables", explicó.
Babelia
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