Un recuerdo para la generación poética de 1936
Javier Solana, ministro de Cultura, dedicó su discurso a analizar el contenido de la poesía de Luis Rosales y a hablar del entorno en el que ésta nace. El ministro tuvo un recuerdo para la generación del autor premiado, la llamada Generación del 36, fecha ésta última en la que surge la poesía de Rosales.Dijo que su poesía nace en los años difíciles, en los que todo había sido removido por la guerra. Años de amistades truncadas, vidas cercenadas. Desarraigo. "En esa época del naufragio, en esa realidad árida de los años cuarenta, Rosales busca unas pocas certezas. Su poesía no canta los grandes temas, sino que pone el acento en las realidades más elementales y próximas. El poeta da forma a sensaciones, figuras, objetos y parcelas de la realidad y las hace suyas a través de la palabra. La realidad temida o rehuida se hace más manejable, más cercana, a través de lo verbal".
Solana recordó palabras de Aranguren para describir el entorno de esta generación poética. "Al sentirse totalmente ajenos al rostro público de la vida española, es normal que nos retrajésemos a la vida privada, la del hogar, la del amor a la mujer, el cariño a los hijos, la fraternidad con los amigos, la consideración filosófico-poética del tiempo en su pasar, de la muerte en su lento acercarse y que nos retrajésemos tambien a una vida religioso-trascendente, vida unamuniana, pero aserenada, a la búsqueda y encuentro de Dios".
Fue en aquellos años árduos y difíciles, prosiguió el ministro, cuando los versos de Luis Rosales constituían una llamada a lo más íntimo del hombre, una de las grandes funciones de la poesía.
"Al leer a Rosales", diría el ministro, "nos encontramos en la compañía de Luis Felipe Vivanco, Juan y Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo... amigos vivos y amigos muertos que permanecerán en la memoria para siempre".
