Oposición a Reagan en el Congreso por las acciones de la CIA contra Nicaragua

La situación en Centroamérica, con los conflictos en Nicaragua y El Salvador, dominan las preocupaciones del Congreso estadounidense, afectado por las informaciones de prensa que dan cuenta de la participación directa de la CIA en actividades contra el régimen sandinista.Aumentan también las reservas que genera la petición del presidente Reagan de conceder 60 millones de dólares suplementarios de ayuda militar a El Salvador. Por otra parte, el titular del Departamento de Justicia, William French Smith, inició una gira por Latinoamérica en la que visitará El Salvador.

"Existe una crisis de confianza entre el Congreso y la Casa Blanca", dijo el senador demócrata Daniel Patrick Moynihan, vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado. Precisó que, mientras la Casa Blanca mantiene un discreto silencio sobre la situación en Nicaragua, hay "evidencias diarias en la televisión" de que se viola la legislación de EE UU.

En diciembre último, la Cámara de Representantes aprobó, por 410 votos contra ninguno, una resolución que pedía la autorización previa del Congreso antes de iniciar cualquier operación encubierta en Centroamérica. La resolución surgió a raíz de las informaciones en la Prensa de una inminente ofensiva militar contra el Gobierno sandinista, apoyada por EE UU. Hoy, los hechos demuestran que hay un apoyo de la CIA en las filas de la guerrilla antisandinista, en hombres y material, lo que equivale, según Moynihan, a la violación de la legislación norteamericana.

La polémica política, a propósito de Centroamérica, entre Congreso y Administración se ve avivada por las informaciones que aparecen casi a diario en los grandes rotativos norteamericanos. La última, publicada en el prestigioso The New York Times, ofrece todo lujo de detalles sobre la participación militar de EE UU en la ofensiva contra el Gobierno sandinista de Nicaragua.

Según el diario, que cita fuentes hondureñas, los cerebros de la operación antisandinista serían el embajador de EE UU en Tegucigalpa, John Negroponte, y el jefe de las fuerzas armadas hondureñas, general Gustavo Adolfo Martínez. Unos 50 consejeros militares norteamericanos, casi todos de origen hispano (méxico-norteamericanos, cubanos o portorriqueños) participan, de paisano, en los entrenamientos de las guerrillas antisandinistas, integradas por ex miembros de la Guardia somocista y por indios miskitos.

Vuelos de reconocimiento de aviones estadounidenses facilitan informaciones a los antisandinistas sobre la situación en la frontera entre Honduras y Nicaragua (principalmente en relación con la situación de las tropas y tanques nicaragüenses). Entre 15 y 20 pilotos estadounidenses operan, desde Honduras, en vuelos de reconocimiento en la zona fronteriza. Consejeros argentinos facilitan instrucción y explosivos para eventuales sabotajes en las instalaciones portuarias de Puerto Cabezas (Nicaragua). En agosto último, aviones de transporte estadounidenses C-130 aterrizaron en Puerto Lempira, noreste de Honduras, repletos de material militar.

Según las fuentes hondureñas citadas por el diario hay unos 5.000 guerrilleros antisandinistas en Nicaragua, con firme apoyo de EE UU, intentando establecer un control militar y un Gobierno provisional en la zona de Jinotega (noroeste de Nicaragua), y en el área caribeña de Puerto Cabezas.