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La política agraria socialista se estrena con una negociación atípica sobre los precios

La negociación de los precios agrarios de este año se recordará como una negociación puente entre el cambio de dos políticas de signo distinto, y por ello un tanto atípica, según todas las opiniones recogidas entre los participantes en el proceso. El resultado final de la misma ha venido a confirmar estas opiniones, ya que sólo se logró un acuerdo en los precios de dos de los 17 productos que componen la tabla. Los que han tenido un mayor incremento han sido el algodón y los cereales pienso, mientras que el vino y el aceite de oliva han sido los menos beneficiados por la subida.Cereales. El precio del trigo ha aumentado sólo un 7,14% pasando de 20,30 a 21,75 pesetas kilo. Se trata de desincentivar su producción, dados los excedentes que soportamos, y de desviar las superficies sembradas de este producto, que han disminuido a lo largo de los últimos años, hacia la cebada. El precio de la cebada es uno de los que han tenido mayor incremento, un 13,64%, al pasar de 16,50 a 18,75 pesetas el kilo. Con ello se pretende aumentar su producción y paliar en lo posible el déficit estructural de cereales pienso que padece España, así como sustituir las importaciones de maíz y soja procedentes de Estados Unidos.

El incremento del precio de maíz ha sido idéntico al del trigo, a pesar de la necesidad que tiene España de este producto. Sin embargo, dadas las características climatológicas y orográficas de nuestro suelo, por mucho que se aumente el precio no será posible que se incremente la producción, que el año pasado fue de 2.330.000 toneladas.

Leguminosas pienso. En algunos casos pueden sustituir a los cereales en la alimentación animal, aunque con menor rendimiento. Se trata de un cultivo que no presenta conflictos, como lo prueba el hecho de que ha sido uno de los dos en los se alcanzó acuerdo en el precio. Su incremento ha sido del 12,7%, pasando de 29 a 32,50 pesetas kilo.

Arroz. El incremento del precio del arroz ha sido ligeramente inferior a la media, un 9,23%, al pasar de 26 a 28,40 pesetas kilo. La producción fue el año pasado de 409.000 toneladas, y como las leguminosas es un cultivo que no suele plantear grandes problemas a la hora de la negociación.

Girasol. Dada la gran cosecha del año pasado, cifrada en 656.000 toneladas, se han producido ya los primeros problemas de excedentes. Ello ha llevado al Gobierno a fijar un incremento de su precio ligeramente inferior a la media acordada, con el fin de desincentivar su siembra. Se ha pasado de 37 a 40,40 pesetas kilo, lo que supone un aumento del 9,19%.

Remolacha. Ha pasado de las 5.175 pesetas tonelada a las 5.770 con un incremento del 11,50%. Se trata de un cultivo de carácter marcadamente social por la gran cantidad de mano de obra que genera su recolección en Andalucía y por el elevado número de pequeños y medianos agricultores que viven de él en Castilla-La Mancha y en la cuenca del Duero. Por primera vez en los últimos años, España tiene excedente de azúcar. El precio de la caña de azúcar va en función del de la remolacha.

Algodón. Es también un cultivo social, que se produce solamente en la cuenca del Guadalquivir. Su precio ha pasado de 80 a 92 pesetas kilo, siendo el que mayor incremento ha tenido: un 15%. Se trata de mantener las superficies sembradas -que están siendo sustituidas por el girasol, ante la escasez de agua- para no agravar el problema del paro agrícola en Andalucía.

Vino. Es el producto que menor incremento ha tenido, pasando de 135 pesetas hectogrado a 140, lo que supone un 3,7%. Este aumento de 5 pesetas se produjo a última hora por decisión del Consejo de Ministros, cuando la propuesta mantenida por la Administración había sido de congelar su precio o de sacarlo fuera de la tabla. Se trata de un producto excedentario que no encuentra salida en los mercados internacionales y que hasta ahora se transformaba en alcohol, producto que tampoco tiene salida

Aceite de oliva. Se ha pasado de 157 a 170 pesetas kilo, manteniendo la subvención de 12 pesetas, lo que supone un 8,28% de incremento. El precio que se, fija para este producto no tiene ninguna incidencia, ya que de un año a otro no se pueden plantar más olivos y es muy difícil que el olivarero se decida a arrancar un olivar. Es un sector con grandes excedentes, debido al fraude que todavía persiste y a la gran cosecha última, que superó las 450.000 toneladas.

Carne de vacuno. En este momento existen en poder del FORPPA más de 45.000 toneladas de este producto, a las que es muy difícil dar salida, a pesar de los esfuerzos realizados por la Administración. Su precio ha pasado de 314 a 346 pesetas kilo canal, con un incremento del 10,19%. Durante los últimos años se ha producido un fuerte descenso en el consumo de este tipo de carne, debido a la crisis económica.

Carne de porcino. Ha pasado de 138 a 152 pesetas kilo canal, lo que supone un incremento del 10,14%, ligeramente superior a la media de los 17 productos. Durante el último año, los precios se han mantenido sin necesidad de que el FORPPA interviniera. El consumo de esta carne oscila entre un millón y 1.100.000 toneladas, cifra similar a la de producción.

Leche de vaca. Ha pasado de 25,75 a 28,75 pesetas litro, lo que supone un incremento del 11,65%. De esta producción dependen numerosos pequeños ganaderos de la cornisa cantabrica, Galicia y la cuenca del Duero.

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