_
_
_
_
_
El Papa viaja al 'volcán centoeamericano'

La revolución divide abiertamente a los católicos

Managua es una de las escalas más polémicas del viaje papal. La confrontación entre una mayoría de obispos y el Gobierno sandinista, agudizada a lo largo de¡ pasado año, es sólo el indicador más llamativo de una profunda división existente entre los católicos por su actitud ante la revolución.Cuando los obispos califican el sistema de marxista y se instalan en una oposición radical no hablan en nombre de todos los católicos, sino de aquellos que rechazan el proyecto sandinista. Pretender que éstos son mayoría no pasa de ser hoy un ejercicio voluntarista.

A falta de una consulta electoral, el único dato objetivo que puede manejarse -por supuesto, con cierto relativismo- es el encuadramiento de medio millón de nicaragüenses (más de la mitad del censo de votantes) en los comités de defensa sandinista y de unos 200.000 en las milicias populares.

Más información
El Papa condena en Managua la 'Iglesia popular' y Ortega arremete frontalmente contra Washington

La inmensa mayoría de ellos son católicos que no encuentran ninguna incompatibilidad entre su fe y la participación directa en el aparato sandinista. Muchos contemplan su compromiso político como una fórmula válida en la Nicaragua actual para poner en práctica el evangelio de los pobres.

La jerarquía ve en estos grupos, que cuentan en sus filas con cientos de sacerdotes, una maniobra del Gobierno para crear una Iglesia popular adicta al régimen, siguiendo la pauta de experiencias promovidas en algunos países comunistas. De ahí a denunciar una persecución contra la Iglesia fiel a Roma sólo media un paso. A la vista de la realidad, resulta un tanto simplista hablar de enfrentamiento Iglesia-Estado. Lo que existe más bien es una querella entre los católicos que apoyan la revolución y los que se oponen a ella.

Según los obispos opositores, el Gobierno ha manipulado el viaje del Papa, obstaculizando incluso el acceso a Managua de los fieles desafectos al sistema. Según los sandinistas, ha sido la jerarquía más ultramontana la que intentó convertir los actos de masas en un plebiscito contrarrevolucionario.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_