Israel teme un endurecimiento sirio en el conflicto de Líbano

Aunque los medios oficiales de Tel Aviv manifiestan una total indiferencia hacia la reunión del Consejo Nacional Palestino celebrada en Argel, los expertos israelíes consideran que Siria, al verse aún más aislada, puede endurecer sus exigencias con relación a Líbano y alentar un incremento de la tensión en la línea de alto el fuego. Según estas fuentes, Tel Aviv y Damasco temen un acercamiento entre Jordania y los palestinos, que puede traducirse en una nueva y próxima iniciativa del rey Hussein con la bendición de Estados Unidos."Exasperada y dolida por las decisiones del Consejo Nacional Palestino, Siria endurecerá su política en Líbano. El presidente Hafez El Asad puede verse tentado, incluso, de calentar la tensión en la línea de alto el fuego con Israel, utilizando para ello las unidades fieles de la Sayka, organización palestina de obediencia siria. El presidente sirio se siente arrinconado y postergado, y su objetivo prioritario pasa a ser ahora contener a cualquier precio el acercamiento jordanopalestino y sabotear la evolución de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que bajo la dirección de Arafat intenta integrarse en el proceso de paz alentado por Estados Unidos".

Estas son las conclusiones de un grupo de expertos israelíes que siguen de cerca la política de Damasco. Otros observadores, pertenecientes al Instituto Shiloah -especializado en los temas de Oriente Próximo-, se preguntan si no existe ahora una convergencia de intereses entre el régimen sirio y el Gobierno israelí, ya que tanto Asad como Beguin temen las consecuencias que se derivarían de un acercamiento entre Jordania y la OLP, bajo los auspicios de Estados Unidos.

Los medios oficiales israelíes manifiestan por ahora la más absoluta indiferencia hacia las resoluciones del Consejo Nacional Palestino. No ocurrió lo mismo al principio, cuando a Isam Sartaui, portavoz de los moderados de Al Fatali e interlocutor privilegiado de los israelíes de izquierda, no le dejaron tomar la palabra en el pleno de la reunión de Argel. Esto fue acogido con una evidente satisfacción en los círculos gubernamentales. "La OLP no ha cambiado. Para salvaguardar su unidad, Arafat ha sido indulgente con los extremistas y ha abandonado a Sartaui y a los partidarios de la llamada línea realista", dijeron las mencionadas fuentes en esa ocasión.

Sin embargo, esta satisfacción se tradujo en desencanto al día siguiente, cuando Arafat consiguió imponer la línea realista que preconizaba Sartaui.

"Es la primera vez que el Consejo Nacional Palestino adopta un programa netamente político que subraya la necesidad de resolver los conflictos arabe-israelí y palestino-israelí por medios pacíficos", escribió ayer el periódico laborista Davar bajo el título "Cambio importante en la OLP".

La mayor parte de los comentaristas políticos subrayaron ayer el hecho de que la reunión palestina de Argel ha reconfirmado las resoluciones adoptadas en la cumbre de Fez el pasado año, así como el discurso-programa de Leónidas Breznev en 1981. En ambos textos queda reconocido implícitamente el derecho de Israel a vivir en paz con sus vecinos.

También conceden una gran importancia al mandato recibido por Arafat para que estreche los vínculos palestinos con Jordania y para reanudar los contactos con Egipto y, más globalmente, para incluir a los palestinos en el proceso de paz en Oriente Próximo. De esta manera, Arafat ha aprobado la inclusión, en una delegación de la Liga Arabe que será recibida por la reina de Inglaterra y la primera ministra Margaret Thatcher, de una personalidad palestina independiente: Mohamed Milhan, alcalde de Jaljul (Cisjordania ocupada), que fue expulsado por Israel.