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Entrevista:

Betancur: "Colombia está ante un problema de fondo que es la subversión del subdesarrollo"

"¿Usted no conoce a la monja? Venga, yo se la presento. La monja es un personaje de la vida política de este país".El presidente Belisario Betancur me lleva a la entrada principal del palacio de Nariño y me enseña un inmenso cuadro de Fernando Botero que representa a una monja grande, enorme, de blanco impecable y que está rezando el rosario y parece como si levitara.

"Si usted la viera... Se baja del cuadro y me regaña, y me habla de los derechos humanos, y después se sube otra vez y sigue rezando el rosario. ¡Es tremenda.!".

La monja se ha convertido en el símbolo de la defensa de los derechos humanos, que Betancur ha preconizado desde el mismo día en que tomó posesión del cargo, en agosto de 1982.

Lo primero que hizo el presidente conservador fue decretar una amnistía sin condiciones para los alzados en armas gracias a la cual salieron de las cárceles varias decenas de presos políticos, y aunque ningún grupo guerrillero como colectivo se ha acogido a la medida, sí hay una larga lista de individuos que se han incorporado a la vida civil y han entregado el fusil.

El M-19 ha limitado sus acciones a actos simbólicos desde que entró en vigor la amnistía, y son los grupos guerrilleros. más antiguos los protagonistas de los últimos enfrentamientos con el Ejército y de ajusticiamientos de campesinos acusados de colaborar con los militares.

'Ejército sin traffición golpista

Sin embargo, el presidente calombiano sigue siendo optimista ante la amnistía y se niega a declarar el estado de sitio como garantía de paz: "La amnistía no es un problema al que se le pueden hacer cuentas con calculadora u ordenador para llevar el registro de los alzados en armas que se van incorporando a la vida civil. Estamos ante un problema de fondo que se llama la subversión del subdesarrollo y que no puede asumírse exclusivamente como un asunto, político o militar.El Congreso y el Gobierno de Colombia decretaron la amnistía como un. primér. paso "para resolver sin perturbaciones subversivas el conflicto de fondo, que es el de dar garantías económicas y sociales a nuestro pueblo. En eso estamos".

El Ejército colombiano no tiene tradición de golpismo, y su experiencia más reciente, la dictadura del general Rojas Pinilla (19531957) no fue rentable parala clase militar. Sin embargo, el último Gobierno incorporó las fuerzas armadas a la Administra ción de justicia y a decisiones sobre las libertades ciudadanas a través de un estatuto de seguridad que les concedía plenos poderes. La nueva situación es diferente, y no está claro que algunos sectores del ejército estén dispuestos a la apertura democrática que pretende el actual Gobierno.

Cuando pregunto a Betancur si va a desmilitarizar totalmente el país o si se verá obligado a reforzar algunos puntos conflictivos, éste responde que "en las actuales condiciones del país, la presencia militar y policial en el territorio de Colombia es un hecho de soberanía y de poder del Estado y no debe tomarse como algo hostil a los ciudadanos".

El presidente asegura que "las fuerzas armadas mantienen su presencia en condiciones normales, sin hostigamiento frente a nadie", y añade que están colaborando en tareas comunitarias y "protegiendo a los pueblos y a otras áreas campesinas del bandidaje común". "La militarización no es hoy un problema", agrega, "porque incluso en ciertas zonas, antes, conflictivas, hoy se pide que no se retire el Ejército porque en las nuevas condiciones que vive Colombia oáece aportes cívicos de la mayor creatividad".

Dos acontecimientos han hecho levantar rumores de un posible golpe militar en los últimos días. De una parte, el editorial publicado por el ministro de Defensa, general Fernando Landazábal, máximo ideólogo del Ejército colombiano y representante para muchos del sector democrático del colectivo castrense.

En un lenguaje barroco y sutil, el general ha puesto en entredicho la efectividad de la amnistía y a todos los que creen en ella, y dice vislumbrar una posibilidad de conflicto civil en Colombia si la pobla.ción honrada no se pone de una vez del lado de las fuerzas armadas. "Que nadie se equivoque", concluye el editorial, "los militares de Colombia no lucimos las insignias de nuestra jerarquía para la rendición, sino para la victoria".

Cuando la opinión pública no había digerido aún el editorial del ministro, el procurador general de la nación (el equivalente al presidente del Tribunal Supremo en España, una figura con plenos poderes para defender la Constitución incluso de los abusos cometidos- desde los poderes del Estado) hizo pública la primera parte de una investigación sobre el grupo paramilitar MAS.

El MAS nació en enero de 1981 por iniciativa de la mafia de la droga, como respuesta al primer secuestro que les afectaba directamente, el de la hija de uno de sus miembros. Posteriormente se unieron al movimiento ganaderos y propietarios de tierra, así como caciques locales, que hoy pagan un pequeño ejército para combatir a la guerrilla por su cuenta o, como reza el informe del procurador Carlos Jiménez, "para dar muerte a todo el mundo y por los más diversos motivos".

Según la Comisión Permanente de Derechos Humanos, el MAS ha asesinado a guerrilleros, sacerdotes, campesinos, sindicalistas estudiantes, abogados..., y ha emprendido por su cuenta la lucha contra todo lo que considera subversivo. Aunque en el informe no se mencionan nombres ni responsables, se dice que en él "colaboran personas vinculadas directa o indirectamente a las fuerzas armadas...", para afirmar más adelante que lo han hecho "a espaldas de sus mandos" y atentando contra la institución militar.

En su análisis de la situación, el procurador dice que Colombia se, encuentra dividida en dos: "Una, amenazada y obsesionada por el secuestro; otra, por todos losmales y peligros de la crisis económica y social".

La respuesta del presidente al informe sobre el MAS ha sido vaga, y concluye que las fuerzas armadas son una excelsa institución "incólume de toda sombra y libre de toda duda".

Ser satélites de las grandes potencias

Otro proyecto del presidente sorpresa, como lo llamó Felipe González hace poco, se ha hecho realidad. Colombia acaba de- ingresar en el Movimiento de Países No Alineados y Betancur será uno de los jefes de Estado de la Conferencia de Nueva Delhi. "Países como Colombia son los que más padecen el ser satélites de alguna de las grandes potencias, entre otras razones porque esta situación nos coloca en un ensimismamiento que no permite ver con claridad las grandes líneas de la política internacional y sus efectos nocivos o favorables para la suerte de nuestro propio pueblo". "El grupo de los no alineados", agrega Betancur, "es otra ventana al mundo para mirarlo con perspectiva diferente y para lograr nuevas solidaridades. Por otra parte, es una manera de afirmar la propia soberanía y de buscar aproximaciones con otros países que, ole una u otra manera, son nuestros iguales o al menos similares en la dependencia que nos nen ciertas características de nuestro aparato productivo interno y los movimientos de nuestro comercio exterior. En fin, se trata de buscar nuevos caminos para la proyección de Colombia hacia el inundo exterior, y los no alineados son en principio un conducto eficaz para lograrlo".

En el primer viaje del presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, a Latinoamérica, el mandatario norteamericano se encontró en Bogotá con un presidente sin complejos. En su discurso de bienvenida, y en la entrevista personal que mantuvieron los dos jefes de Estado, Betancur dijo claramente a Reagan que no se puede concebir tina comunidad interamericana de naciones en la que Cuba no esté presente.

Según se supo en Bogotá, el Departamento de Estado sugirió algunos cambios en el discurso de Betancur, a lo que éste se habría negado no sin antes aclarar que él jamás se atrevería a censurar a un presidente norteamericano. Belisario recordó a Reagan el episodio de las Malvinas, el derecho de los países centroamericanos a resolver sus problemas y plantear alternativas propias, la necesidad de una solución negociada en El Salvador, la urgencia de la renegociación de la deuda externa de muchos países del área...

El presidente norteamericano canceló la conferencia de Prensa que tenía prevista con los periodistas colombianos. El presidente colombiano piensa que tras la visita de Reagan a Colombia y Latinoamérica "se ha iniciado un proceso de revisión de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. A pesar de las interferencias coyunturales que pueda haber, resulta importante que el Gobierno del presidente Reagan Í se haya dado cuenta de que algo pasó desde el desgraciado episodio de las Malvinas y de que el equilibrio de las relaciones tradicionales se rompió para dar paso a algo nuevo. Ya veremos cuánto tiempo toma el establecimiento de un nuevo equilibrio entre los intereses de Estados Unidos y los de los pueblos latinoamericanos".

Entre tanto, Betancur sigue ejecutando una política de gestos, marcadamente populista, que hace que nadie pueda negar en Colombia que, de momento, el manejo del poder con Betancur es otra .cosa y que es la primera vez en muchos años que la honradez es la imagen preferente del Gobierno.

Que me recuerden como el amigo de los pobres

"Quiero que mis compatriotas", dice el presidente- Betancur, "me recuerden como un gobernante justo que se preocupó siempre, y sobre todo en el poder, por quie.nes menos instrumentos tienen para ir por la vida. Y que al dejar el Gobierno, los débiles, de los cuales salí, me vean pasar y digan: ahí va Belisario, el amigo de los pobres".Para conseguirlo, el presidente tiene un plan para sanear la economía, estrangulada por los grupos financieros y la corrupción que reina a muchos niveles. Intenta dar casa propia a todos los colombianos, disminuir el desempleo y acabar con el analfabetismo, amén de recuperar la industria nacional y la inversión..

De momento, el mandatario conservador parece convencer a todos-los sectores. Este abogado de sesenta años, hijo de una familia obrera de veintidós hermanos, tiene un enorme encanto personal que le permite, junto con su habilidad política, entenderse con todas las ideologías."

De la transición española aprendí inuchísimo", dice Beliosario Betancur. "Ante todo aprendí a ver las muchas caras de la lucha por la democracia. En Latinoamérica escondemos la realidad detrás de una fronda retórica. Mientras tanta ocurren irregularidades que estabilizan el sentimiento y la práctica de la antidemocracia. Como aquello lleva años, llegamos al punto en que Gabriel García Márquez pudo dibujarnos magistralmente, pero sin mayores problemas creativos, porque ahí estábámos; sólo tenías que ungirnos con. el ingrediente mágico para darle dignidad literaria a una situación abominable. En España se aprende la lección de otra manera

Betancur piensa además que "España será un gran vocero de Latinoamérica en el foro de la Comunidad Económica Europea", y que hay que aprovechar las actuales circunstancias históricas españolas para hacer real la cooperación: "Con una España dirigida por ese gran hombre que es el rey Juan Carlos y por una personalidad tan subyugante como Felipe González, debemos quitar todo ribete literario a las relaciones bila.terales y afianzarlas en pasos concretos".

Cuando uno sugiere al presidente que su papel no es fácil, teniendo en cuenta la situación económica, la violencia, las presiones, y que su empleo no es envidiable, Betancur no piensa un minuto la respuesta: "Sé que a muchos no les gustaría estar en mi lugar, pero a mí sí. ¿Cómo no me va a gustar este empleo si es el que más he perseguido en mi vida? Me he preparado durante muchos años para conseguirlo".

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