El festival de Huelva premia las tendencias de 'ficción' del cine latinoamericano

Los filmes de Ultimos días de la víctima, del director argentino Adolfo Aristarain, y Nuestra voz de tierra, memoria y futuro, de los directores colombianos Jorge Silva y Marta Rodríguez, han conseguido, en igualdad de méritos, el máximo galardón del octavo Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, el tradicional Colón de Oro, según acuerdo adoptado por mayoría de votos de un jurado internacional.

En opinión de este jurado, se reconoce con ello "las diversas tendencias del cine de América Latina, desde la ficción y el documental, para reflejar la realidad humana de su contexto social". En cuanto a cortometrajes, el jurado ha decidido otorgar el Colón de Oro al filme Velorio, del director peruano Juan Eduardo Polo Zavala.En Ultimos días de la víctima se recoge la figura de un profesional del cine y puede englobarse en el género policial más conocido por género negro. La película ha sido dirigida este año por Aristarain, quien prepara un proyecto titulado El caso Pesic, basado en un hecho que conmovió a la opinión pública argentina.

La obra Nuestra voz de tierra, memoria y futuro está referida al llamado cine documental y es producto de cinco años de trabajo de los directores Jorge Silva y Marta Rodríguez en el estudio de un grupo indígena para desvelar, desde el interior de su realidad, la lucha por su supervivencia como cultura.

Por otra parte el jurado ha concedido mención especial para otras tres películas del certamen presentadas en la sección de concurso: O homen do pau Brasil, dirigida por el realizador brasileño, Joaquín Pedro de Andrade; Muerte de un magnate, del director peruano, Francisco J. Lombardi y La máxima felicidad, presentada por Venezuela y de la que es director Mauricio Wallerstein.

Tales distinciones han sido otorgadas -según propio acta firmado por los miembros del jurado- como expresión de los distintos modos de abordar los problemas de las respectivas sociedades brasileña, peruana y venezolana en coyunturas diversas y contradicciones culturales propias.

El jurado internacional de la octava edición del Festival Iberoamericano de Huelva ha estado formado por el director cinematográfico español Francisco Betríu; el ex director general de cine, Carlos Gortari, que representaba a Televisión Española; el director de la Cinemateca de Venezuela, Rodolfo Izaguirre; los directores cinematográficos Rodolfo Khun, de Argentina; Nelson Pereira Dos Santos, de Brasil y Helvio Soto, de Chile; la actriz española Charo Soriano y el crítico cinematográfico de EL PAIS Diego Galán.

Por lo que respecta a los premios concedidos por los espectadores onubenses, asistentes a las sesiones del festival, el máximo galardón del mismo ha sido otorgado al filme venezolano La máxima felicidad, del director Mauricio Wallerstein.

En cuanto a cortometrajes, el público onubense ha mostrado su máxima predilección por la película cubana Wifredo Lam, de Humberto Solas. Un denominado jurado de la crítica, integrado por profesionales de diversos medios de información españoles, ha acordado, por mayoría de votos conceder un premio -promovido por la Asociación de Joyeros de Huelva- a la película Los últimos días de la víctima, de Adolfo Aristarain, presentada por Argentina.

Asimismo, ha concedido mención especial al filme Mataron a Venancio Flores, de Juan Carlos Rodríguez Castro, de Uruguay, debido a que este filme presenta unas bases para entender los problemas políticos y sociales de este país.