Los familiares de los 'desaparecidos' inician hoy en Argentina la marcha de la resistencia

Convocada por las madres de la plaza de Mayo, familiares de desaparecidos detenidos por razones políticas y las abuelas de la plaza de Mayo, se inicia hoy, frente a la casa del Gobierno en Buenos Aires, la marcha de la resistencia, que se prolongará durante veinticuatro horas y que concluirá el viernes 10 -día universal de los derechos Humanos- con una concentración junto al edificio del Congreso, en el otro extremo de la avenida de Mayo, en pleno centro de la capital argentina.

La aparición con vida de los detenidos desaparecidos, la restitución de los niños desaparecidos a sus legítimas familias, la libertad de todos los presos políticos y gremiales, la investigación sobre inhumación de cadáveres no identificados, el juicio a los responsables de desapariciones, torturas y asesinatos, y el desmantelamiento del aparato represivo que intimida y secuestra con total impunidad, son los seis puntos y condiciones inmediatos de la marcha de las madres alrededor de la pirámide en la histórica plaza de Mayo.Los anuncios publicados en los diarios y en vallas publicitarias de la ciudad señalan, además, el "rechazo absoluto" a cualquier jornada de reconciliación antes de que se sepa la verdad y se haga justicia, y exige a la jerarquía eclesiástica, a los partidos políticos y a las centrales obreras la petición de estos puntos ante el Gobierno militar de hecho como un imperativo deber de conciencia.

Ambiente preelectoral

Todos los partidos políticos tradicionales y las nuevas formaciones continúan, mientras tanto, con su organización interna. Los puestos callejeros y los improvisados locales instalados y abiertos en todo el país recogieron una afiliación masiva. Mientras que el peronismo aparece todavía dividido y sin líderes predominantes, una de las corrientes internas del radicalismo, la de Renovación y Cambio, que conduce el doctor Raúl Alfonsín, ya hizo anoche una virtual proclamación de su candidatura.El acto, realizado en el estadio cerrado del Luna Park, donde tradicionalmente se celebran combates de boxeo, reunió a casi 25.000 personas, mientras que otras 5.000 asistían desde la calle, donde se habían instalado pantallas gigantes de vídeo.

El abogado Víctor Martínez, líder radical de la provincia de Córdoba y candidato a vicepresidente, fue especialmente duro en la denuncia, acusando a los militares de "matar, torturar y aumentar el número de los desaparecidos bajo el pretexto de giiardar el orden preestablecido". Alfonsín, en cambio, llamó a un gran movimiento de unión nacional y alertó contra los sectores golpistas, advirtiendo que "esta vez el pueblo va a luchar por sus derechos, que se obtendrán en paz o por la violencia". A cada una de sus denuncias de un régimen al que calificó de "inmoral", la enfervorizada multitud respondía con nuevos cantos, además del ya habitual que dice: "Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar". Cuando se hizo referencia a la destrucción del aparato productivo, a la entrega de la economía y a la muerte de miles de jóvenes durante la guerra en las islas Malvinas, se alcanzó un punto máximo de tensión ante el estallido de la gente, que gritaba: "Paredón, paredón, a todos los milicos que vendieron la nación".