El Gobierno autónomo de Galicia unificará por primera vez el gallego oficial
A más de 75 años de la fundación de la Real Academia Gallega, y varios siglos después de que fuera utilizado por primera vez como lengua escrita, el gallego será oficialmente unificado por el Gobierno autónomo, que estudia una fórmula jurídica para institucionalizar el uso de las normas morfológicas y ortográficas aprobadas el pasado 3 de julio por la propia Academia y el Instituto de la Lengua Gallega.
La inminente decisión de la Xunta de Galicia resolverá, cuando menos formalmente, la polémica que ha venido enfrentando en los últimos años a los reintegracionistas: partidarios de acercar por vía normativa el gallego al portugués; y a los defensores de las tesis independentistas, que preferirían unificar el uso del idioma a partir de sus características diferenciales respecto de otras lenguas románicas próximas.Las normas definitivas, que consagran la mayor parte de las soluciones propuestas por los independentistas, fueron recientemente recomendadas para su oficialización a la Xunta por una ponencia lingüística del Consejo de la Cultura Gallega, que integran, bajo la presidencia del escritor Ramón Piñeiro, los profesores Ramón Lorenzo, Carlos Casares, Jesús Alonso Montero y Manuel Díaz.
Los ponentes justificaron su elección, entre las normativas más o menos próximas a cada una de las dos tendencia básicas, sobre la consideración de que la elaborada por la Academia y el Instituto de la Lengua Gallega es "la que mejor se ajusta a las necesidades presentes de nuestro idioma".
La ponencia insistió también, al dar a conocer su dictamen, en el papel fundamental desempeñado dentro del proceso de recuperación del gallego como lengua escrita por el Instituto de la Lengua, dependiente de la Universidad, que en la práctica ha conseguido imponer muchas de sus soluciones morfológicas sobre las propuestas por la Academia en su primera normativa de 1970.
Dos tendencias unificadoras
El Instituto ha centralizado y coordinado, desde su fundación a comienzos de la pasada década, la mayor parte de los trabajos de investigación sobre el idioma gallego en su estado actual, incluida la realización de un primer atlas lingüístico de Galicia, que ha permitido delimitar las modalidades de uso de la lengua en el territorio de las cuatro provincias y áreas colindantes de Asturias, León y Zamora.La oficialización de las primeras normas unificadas, que tendrá repercusiones de especial importancia en el área educativa, donde comienza a ser introducida la enseñanza del gallego, podría ser obstaculizada, sin embargo, en su aplicación práctica por el no desestimable número de profesores que defienden la normativa reintegracionista.
Aproximación al portugués
Organizados en agrupaciones lingüísticas de carácter no institucional, como la Asociación Socio-pedagógica Gallega y la Asociación Gallega de la Lengua, muchos de ellos han dado a conocer ya su propósito de oponerse a la utilización de unas normas que, a su juicio, conducirían a la transformación del gallego en una simple forma dialectal del castellano.Parece poco probable, sin embargo, que el Gobierno autónomo acepte la coexistencia de la normativa reintegracionista junto a la oficial, según pretenden como alternativa última los partidarios de aproximar morfológica y ortográficamente el gallego al portugués.
Aunque los responsables de educación y cultura de la Xunta no han concretado el grado de obligatoriedad de uso implícito en la oficialización de las normas de la Academia y el Instituto de la Lengua, la Consejería de Educación recordó semanas atrás a todos los profesores de gallego la necesidad de utilizar exclusivamente libros de texto que cuenten con la autorización formal del Gobierno autónomo.
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