Nicaragua acusa a Honduras de apoyar dos agresiones contra su territorio

Nicaragua denunció ayer dos agresiones exteriores contra su espacio territorial y alertó a la opinión pública sobre una inminente invasión del país. La primera agresión se produjo contra un guardacostas nicaragüense que navegaba por el Golfo de Fonseca, sobre el Pacífico.Tres patrulleras, dos de la Marina de guerra hondureña y una de pabellón salvadoreño, penetraron en la tarde deI lunes en aguas territoriales de Nicaragua, en el paraje conocido como El Papayal, y dispararon fuego de ametralladora contra el guardacostas durante una hora.

Por otra parte, una brigada de unos setenta hombres, presumiblemente ex guardias somocistas, se adentró en territorio de Nicaragua desde el vecino suelo hondureño, a unos doscientos kilómetros al norte de Managua, en el valle de Las Torres.

Según un comunicado difundido por el Ministerio nicaragüense de Asuntos Exteriores, "los contrarrevolucionarios llevaban fusiles Fal, ametralladoras M-16 y lanzacohetes RPG-7, y atacaron el puesto fronterizo de Loma del Suspiro, del Ejército Popular Sandinista, a dos de cuyos soldados hirieron".

De acuerdo con la misma fuente, los asaltantes se retiraron posteriormente hacia el territorio de Honduras, y en su repliegue "recibieron el apoyo logístico del Ejército hondureño, mediante fuego de morteros de 81 milímetros, que facilitó la huida".

Siempre según el comunicado oficial nicaragüense, los hechos denunciados ponen de manifiesto "la inminente invasión contra Nicaragua por fuerzas contrarrevolucionarias, que cuentan con el apoyo material y logístico de poderosos sectores del Ejército de Honduras y de la propia Administración de Ronald Reagan".

Durante los últimos días, las autoridades de Managua han formulado numerosas denuncias sobre una inmitiente invasión armada contra Nicaragua, procedente de Honduras y con el apoyo militar norteamericano, cuyo comienzo prevén para finales de este mes o principios del siguiente.

El Gobierno nicaragüense decretó estado de emergencia nacional en seis departamentos fronterizos a lo largo del margen con Honduras, con el propósito de defenderse de la invasión anunciada, según fuentes oficiales sandinistas.