La represión militar en Argentina
Tengo el agrado de dirigirme a usted con el objeto de rogarle tenga a bien publicar esta carta en su diario, con el objeto de enmendar un error cometido por vuestra publicación al informar sobre hechos acaecidos en Argentina. Dado el móvil que persigo, tal cual es la veracidad informativa, doy por descontado que mi solicitud será satisfecha.Según una colaboración del corresponsal en Madrid del diario argentino La Nación, Rolando Riviere, cuya fotocopia adjunto en EL PAIS, se ha informado en los últimos días sobre atentados intimidatorios en Argentina. El señor Rivière alude a un artículo en EL PAIS, firmado por Julio Huasi, intitulado Las madres de la plaza de Mayo, amenazadas de muerte por grupos paramilitares.
Es totalmente inexacto que en Argentina hayan actuado o hayan existido grupos paramilitares. La represión ejercida a partir de marzo de 1976 fue desarrollada por las Fuerzas Armadas y por las fuerzas de seguridad, puestas bajo el mando de aquéllas.
Para ser breve, me voy a remitir tan sólo a una constancia, de las muchas disponibles, fundamentando así lo que digo en el párrafo anterior.
El general Omar Riveros, totalmente comprometido con la represión, y actual embajador argentino en Uruguay, fue delegado ante la Junta Interamericana de Defensa. Al despedirse de ese cargo dijo ante dicho organismo, en Washington, el 24 de enero de 1980: "Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los comandos superiores; nunca necesitamos, como se nos acusa, de organismos paramilitares... Esta guerra la condujeron los generales, los almirantes y los brigadieres de cada fuerza... La guerra fue conducida por la Junta Militar de mi país, a través de los estados mayores".
El 28 de febrero de 1980, el comando en jefe remitió a las agencias de noticias y diarios locales el texto íntegro, con pedido de publicación. El diario La Prensa publicó la versión completa. El texto mencionado jamás fue desmentido. /
