Asamblea en el Ayuntamiento de La Coruña contra el basurero atómico

Ayuntamientos costeros y fuerzas, políticas, cofradías de pescadores, asociaciones de armadores, colectivos ecologistas y cuantos estén interesados en luchar contra el vertido de residuos radioactivos frente a las costas gallegas están convocados a una asamblea que se celebrará hoy viernes en el ayuntamiento coruñés. Este acordó en la última sesión de su permanente fletar un barco con destino a la denominada fosa del Atlántico, a menos de 700 kilómetros de la costa gallega, para protestar por la descarga de bidones con residuos radioactivos de países europeos.El problema de estos vertidos, que en el período comprendido entre 1967 y 1980 representó al menos 25 descargas, es uno de los más graves que plantea en la actualidad la energía nuclear, como se encargó de recordar la Sociedade Galega de Historia Natural. Las contaminaciones, graves de por sí, lo son más en cuanto que afectan a una zona frecuentada por los pesqueros, y por las nulas seguridades que un cementerio marino de sustancias radioactivas ofrece de cara a su control en el futuro. En lo que resta de este año, de llevarse a cabo los vertidos previstos, Noruega depositaría en la fosa 4.000 toneladas de residuos, Bélgica 5.000 y Suíza 850

El pasado año, en el mes de septiembre, Esquerda Galega fletó en el puerto de Ribeira al pesquero Xurelo para dirigirse a la zona de los vertidos. En aquella ocasión, su propuesta en el ayuntamiento coruñés no tuvo el apoyo preciso que ahora respalda las medidas de protesta. La sensibilización ante el tema ha crecido en los últimos meses de forma que el Parlamento autónomo acordó oponerse a los vertidos y lo ñiismo ha hecho la Xunta de Galicia en su última reunión plenaria. En las cortes del Estado, el senador socialista orensano Celso Montero presentó también una interpelación sobre el tema

De la reunión de mañana viernes se espera que salga ya la fecha definitiva de partida de la manifestación marítima, que tendrá lugar eri torno al próximo día 26. Las protestas se harán llegar, paralelamente, al gobierno central y al Consejo de Europa.