En España no se ha realizado ningún estudio sobre la malnutrición de algunos sectores sociales
Los problemas relacionados con la nutrición y la química de los alimentos, las transformaciones de éstos en relación con el mantenimiento de su valor nutritivo, el control alimenticio y las previsiones sobre producción de alimentos en un futuro, centraron las ponencias y discusiones que durante dos semanas se han venido desarrollando en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo en Santander, bajo la dirección del catedrático de Bioquímica de la Universidad de Zaragoza Francisco Grande Covian.
El curso se inició con una exposición detallada de las necesidades nutritivas del cuerpo humano y la forma de satisfacerlas con alimentos. La energía que necesita el cuerpo humano, que se encuentra en un total de 45 a 50 sustancias, que no existen en los alimentos de forma aislada sino formando diversas combinaciones. "El problema", señala el profesor Grande Covian, "es averiguar la distribución de esas sustancias en los alimentos, para ofrecer posteriormente una idea exacta de las características nutritivas y químicas de los diferentes grupos alimenticios". En este sentido señaló la necesidad de contar con la variedad en la dieta base, añadiendo que ningún alimento tiene una composición perfecta y adecuada para la nutrición individualmente, a excepción de la leche materna.La segunda parte del curso citado estuvo dedicada a describir los métodos que existen para averiguar el estado de nutrición de la población. Y que, fundamentalmente, se centran en el estudio de las estadísticas de producción del país que va a ser estudiado y en el análisis del estado de nutrición de las personas. Grane Covian señaló que en España no se ha realizado aún ningún estudio en torno a las formas de malnutrición en ciertos sectores de la sociedad, bien sea por defecto o por exceso de alimentación. La tolerancia del organismo humano al ayuno, aunque consumiendo agua; el papel jugado por la grasa, corporal en la prolongación de la supervivencia, y el mecanismo de la muerte por inexistencia de alimentación, también fueron motivo de debate, así como la posible subsistencia con dietas insuficientes a la que el organismo humano termina acostumbrándose. En el aspecto opuesto: la alimentación excesiva, se estudió el problema de la obesidad por altación superabundante y las consecuencias de esta enfermedad general, con especial atención a la arterioesclerosis.
El tercer apartado del curso: Nutrición y química de los alimentos, se dedicó a explicar la transformación que sufren los alimentos en sus propiedades químicas y nutritivas, en la preparación industrial y culinaria. Los problemas de conservación y transformación, con la posibilidad no sólo de cambiar sus propiedades sino de convertir esos productos en vectores de agentes patógenos, recibió también un especial tratamiento en el curso dirigido por el profesor Grande Covian, fraudes, adulteraciones, inspección, vigilancia y control de los alimentos que están, en opinión del director del curso, recogidos adecuadamente en el Codex alimentario español, aunque los problemas sur: dos pudieran tener su origen en una deficiente aplicación, cerraron otro capítulo del curso.
Finalmente, varios conferenciantes analizaron los "nuevos alimentos que pueden ser obtenidos de materias hasta ahora desechadas", mostrando su optimismo sobre la capacidad de lograr nuevas fuentes proteicas que permitan alimentar a la población del año 2000, que fue estimada por los conferenciantes en un 50% más que la actual, que supera los 4.000 millones de personas. Para Grande Covian, el problema reside en una mala distribución de los alimentos, precisando que "en estos momentos, con escasas modificaciones, tendríamos alimentos suficientes para abastecer a esos 2.000 millones de personas que padecen una deficiente alimentación".
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