El gobernador del archipiélago anuncia un ataque inminente
El gobernador militar de las islas Malvinas anunció ayer la inminencia de un ataque británico contra el archipiélago, mientras que a lo largo del litoral atlántico continental las fuerzas armadas argentinas se mantenían en estado de alerta máxima, a la espera de un nuevo enfrentamiento con la flota expedicionaria inglesa, que podría tener lugar hoy mismo.
El general Mario Benjamín Menéndez declaró que "el ataque a las Malvinas puede producirse en cualquier momento", y aseguró que ha tomado todas las medidas para "rechazar un intento de invasión inglesa". Menéndez, que fue nombrado gobernador de las islas australes el pasado 7 de abril, cinco días después de la ocupación de los archipiélagos por Argentina, está al frente de unos 10.000 hombres fuertemente pertrechados que durante las últimas semanas han procedido a fortificar las islas.La opinión de que se camina inexorablemente hacia un conflicto armado en gran escala en el Atlántico sur y de que se ha superado ya el punto de no retorno era la más extendida ayer en círculos oficiales de Buenos Aires. La decisión británica de iniciar el bloqueo total de las Malvinas hoy, viernes, se interpretó como un último plazo dado por Londres para que los intentos de mediación nortemaericanos pudieran continuar a lo largo del jueves.
La respuesta de la Junta Militar a la última propuesta de paz formulada por el presidente Ronald Reagan no se conocía oficialmente aún a media tarde de ayer, pero existían indicios suficientes de que Buenos Aires la consideraba "Inaceptable". La propuesta incluía la creación de una administración civil tripartita (Argentina, Estados Unidos y el Reino Unido) en las islas, la discusión del tema de la soberanía en un plazo máximo de cinco años y la desmilitarización progresiva del archipiélago, así como la consulta a los kelpers o pobladores de las islas.
En Washington y Nueva York se quemaban etapas para alcanzar un acuerdo de última hora, y el ministro del Interior argentino, general Alfredo Saint Jean, declaraba en Buenos Aires que "aún es posible una solución negociada del conflicto si el Reino Unido pone un poco de buena voluntad". Una convocatoria del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas será pedida por Argentina apenas estalle el conflicto, se cree aquí.
Los partes metereológicos del Atlántico sur no se hacen públicos desde hace varias semanas, por razones de seguridad, pero se sabe que la flota de guerra británica está siendo azotada por una fuerte tempestad, con olas de doce metros y vientos superiores a los cien kilómetros por hora. El mal tiempo atmosférico dificultará un desembarco inglés. en el archipiélago, pero será también un obstáculo muy serio para la fuerza aérea argentina, que debe recorrer una distancia notable desde sus bases en el continente, entre niebla y vientos huracanados, para llegar al escenario del combate.
La flota de guerra argentina, que zarpó de Puerto Be1grano hace dos semanas, navega por algún lugar indeterminado del Atlántico austral, aunque se supone que evita salir a mar abierto y permanece cerca de las costas, donde puede contar con cobertura aérea. Nuevos contingentes militares llegan continuamente a la costa de la Patagonia, de donde salieron ayer los últimos corresponsales de Prensa extranjeros por órdenes del, Gobierno.
La Junta Militar emitió un nuevo comunicado en el que advierte sobre la "guerra psicológica" que lanza el Reino Unido para "minar la resistencia de todos los argentinos" y anunció que las noticias serán difundidas desde ahora por un portavoz oficial o mediante un comunicado, "a fin de evitar inexactitudes y la creación de falsas expectativas".
Un ejercicio de oscurecimiento se realizó el miércoles en la capital de las Malvinas y sus habitantes debieron permanecer en sus casas desde las seis de la tarde a las seis de la mañana siguiente. El puente aéreo que lleva tropas y suministros a las islas desde las ciudades costeras de Río Gallegos y Comodoro Rivadavia continúa funcionando ininterrumpidamente, pese al mal tiempo que reina.
El capellán del Ejército destinado en las Malvinas, padre José Fernández, habló por radio desde las islas con la emisora bonaerense Radio Rivadavia y se refirió a la "alta moral de las tropas" allí acantonadas. El cura pidió guitarras para que los soldados entretengan las noches de tensa vigilia, y veinticuatro horas después la emisora recogía doscientas, donadas por particulares, y las hacía llegar al archipiélago.
Según las últimas informaciones dignas de crédito, la flota expedicionaria británica estaba hace dos días a unos seiscientos kilómetros de la "zona de guerra" declarada por Londres alrededor de las Malvinas. Previsiblemente, estará hoy, viernes, en condiciones de lanzar un ataque, o de implantar el bloqueo aéreo y naval de las islas, lo que en Argentina se consideraría "casus belli".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.