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Se agrava la crisis de las Malvinas

Buenos Aires rechaza una administración tripartita

El Gobierno argentino rechazó ayer una propuesta para establecer una Administración tripartita provisional en las islas Malvinas, mientras se intensificaban los preparativos bélicos en todo el país y aumentaba nuevamente la tensión como consecuencia del punto muerto en que se encuentra la actividad mediadora del secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig.

La propuesta, que aparentemente contaba con la aprobación del Gobierno británico, consistía en poner el archipiélago en litigio bajo una Administración temporal, mientras se negociaba la cuestión de la soberanía. En esta Administración participarían Argentina, Gran Bretaña y Estados Unidos.Haig habló telefónicamente desde Londres con el ministro de Relaciones Exteriores argentino, Nicanor Costa Méndez, y le presentó la propuesta, que fue rechazada rotundamente por el Gobierno de Buenos Aires. Estos detalles fueron revelados por una fuente militar a la agencia argentina DYN y un portavoz oficial se negó a confirmarlos o desmentirlos.

En cualquier caso, el optimismo que se había detectado el lunes respecto a una posible solución pacífica del conflicto dejo paso ayer a un clima de preocupación.

"Las puertas están entornadas, pero no cerradas", dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores al comentar la situación, mientras que un miembro de la Junta Militar que gobierna el país aseguraba ayer que "aún quedan algunos caminos por explorar en el campo diplomático".

A medida que se agota el límite de tiempo (la flota británica está a sólo unos días de navegación del Atlántico Sur) parece estrecharse también en el margen de maniobra que queda al secretario de Estado norteamericano. Las posturas de Londres y Buenos Aires se presentan como irreductibles, y mientras el general Galtieri estaría dispuesto a retirar las tropas a cambio de un reconocimiento de la soberanía "de facto" argentina sobre el archipiélago, Margaret Thatcher insiste en recuperar para Londres la soberanía sobre las Malvinas, aunque sea compartida y bajo el compromiso de negociarla con Buenos Aires.

Más tropas

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Pese al bloqueo naval impuesto por el Reino Unido a las islas Malvinas, el Ejército argentino continúa enviando tropas y pertrechos militares al archipiélago por vía aérea. Se calcula que hay en las islas ahora una guarnición de nueve mil hombres y aprovisionamientos suficientes para resistir un largo cerco.

La flota de guerra argentina se mantiene en puertos en el litoral sur del continente. El comandante en jefe de la Armada, almirante Jorge Anaya, pasó revista ayer a las unidades surtas en puerto Belgrano, entre ellas el único portaviones argentino, el 25 de mayo.

Rumores imposibles de confirmar indican que las aguas que rodean las Malvinas habrían sido minadas por los argentinos.

En varias ciudades del litoral austral, como Río Gallegos, Comodoro Rivadavia y Rawson, se vienen realizando casi a diario ejercicios de oscurecimiento en previsión de bombardeos nocturnos.

Los reservistas convocados por las autoridades militares continúan incorporándose a sus unidades y varios hospitales del sur han sido desalojados de todos aquellos enfermos que no presentaban un cuadro clínico grave.

El ministro de Economía, Roberto Alemann, anunció la creación de un "fondo patriótico" a través del cuál se canalizarán los donativos particulares destinados a sufragar los gastos producidos por la "recuperación" militar del archipiélago.

Mientras tanto, la radio y la televisión continúan con su machacona difusión de eslóganes sobre las Malvinas. "El colonialismo mantenía un baluarte en el Atlántico Sur que era una doble afrenta a nuestra dignidad y a la Historia", reza uno de ellos.

Perú y Bolivia han sido hasta el momento los países vecinos que han ofrecido abiertamente apoyo militar a Argentina en caso de enfrentamiento armado con el Reino Unido, si bien se ha desmentido que aviones de combate peruanos estén en Argentina.

En el plano diplomático, Buenos Aires trata de conseguir el respaldo de los países latinoamericanos en la ONU y en la OEA.

El general Galtieri envió hace unos días una carta personal a todos los jefes de Estado de América Latina en la que recababa su apoyo y explicaba su posición.

En la carta, a la que tuvo acceso EL PAIS, Galtieri acusa de irresponsable al Gobierno de Londres, dice que "la recuperación de las islas se llevó a cabo como último extremo frente a la arrogante provocación de Gran Bretaña".

Niega el presidente argentino que razones de política interior hayan estado en el origen de la decisión de invadir las Malvinas y reitera la disposición argentina de resistir la "agresión militar" inglesa.

El general Galtieri finaliza su carta a los jefes de Estado latinoamericanos afirmando que "negociaremos todo menos la soberanía".

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