La CEE podría suspender su ayuda alimentaria a Polonia

La instauración de la ley marcial en Polonia plantea en la Comunidad Económica Europea (CEE), al margen de problemas políticos, una duda inmediata: qué hacer con las 8.000 toneladas de carne de vaca que los diez, coincidiendo con las fiestas de Navidad, habían decidido regalar al régimen polaco.Las operaciones financieras necesarias para enviar esta partida de carne, procedente de Francia e Irlanda, están ya a punto, pero hace falta que el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores decida si prosigue sus programas de ayuda alimentaria a Polonia, pese a los últimos acontecimientos, o si la suspende. Fuentes oficiosas de la comisión consideraban probable que los diez decidan realizar lo que ya había sido acordado, pero, al mismo tiempo, examinar con mayor prevención las peticiones que sean presentadas en el futuro por el consejo de salvación" militar.

En los últimos doce meses, el Consejo de Ministros de la CEE ha aprobado tres envíos de alimentos a Polonia con las siguientes cantidades totales: 50.000 toneladas de mantequilla, 5.000 de leche en polvo, 5.000 de queso, 55.000 de carne, de vaca, 55.000 de carne de cerdo, 55.000 de azúcar, 1.100.000 de cereales, 3.600 de aceite de oliva y 30.000 de limones. Parte de estas cantidades no han sido entregadas todavía por falta material de tiempo. Así, por ejemplo, hasta el 13 de noviembre pasado sólo habían llegado a Varsovia 663.000 toneladas de cereales y 77.000 de carne.

La aprobación de estas tres partidas (que Polonia paga con un descuento del 15% sobre el precio en el mercado mundial y mediante créditos concedidos por bancos occidentales, sobre todo, de la RFA) provocó ciertos problemas, porque los bancos que prestaron el dinero pidieron garantías de sus respectivos Gobiernos, temiendo que la bancarrota del régimen de Varsovia le impidiera hacer frente a sus compromisos.