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Breznev en Bonn

El desarme y el equilibrio militar, temas centrales de las entrevistas entre el canciller de la RFA y el presidente de la Unión Soviética

Helmut Schmidt y Leónidas Breznev mantuvieron ayer con firmeza sus posiciones, sin que se vislumbre en la cumbre de Bonn una aproximación de sus puntos de vista en vísperas de la conferencia para el desarme, que comenzará el 30 de noviembre en Ginebra. El canciller federal alemán sostuvo que, para no estacionar los nuevos euromisiles norteamericanos, la URSS tendrá que desmontar todos sus cohetes de alcance medio (SS-4, SS-5 y SS-20). El líder comunista soviético reafirmó que actualmente existe un equilibrio militar en Europa, y reiteró que, si son emplazados los nuevos euromisiles, la Unión Soviética deberá responder al peligro estratégico con nuevas y sofisticadas medidas.

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El desarme y el equilibrio militar fueron los dos temas centrales de las conversaciones. Ayer, en Bonn, los dos estadistas se reunieron en tres ocasiones, una de ellas -a las seis de la tarde- a solas."Opción cero"

Según informó el portavoz del Gobierno federal, Schmidt se mostró partidario de la eliminación de las armas nucleares de alcance medio, afirmando durante la última semana que esta opción cero les colocaría en desventaja, ya que no se contempla en ella la desaparición del material nuclear francés ni británico ni la supresión de los "sistemas de bases avanzadas" establecidos por EE UU y cuyo radio de acción alcanza en territorio soviético.

El portavoz del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) insistió en esas mismas tesis, mientras Schmidt sugirió que se discuta en Ginebra el futuro del armamento nuclear francés y británico, y que la cuestión de los sistemas de bases avanzadas se remita a las conversaciones sobre armas estratégicas SALT, que Reagan está dispuesto a reanudar la próxima primavera.

Retirada de Afganistán

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El canciller federal, en su brindis en la cena ofrecida ayer a la delegación soviética, pidió la retirada de la URSS de Afganistán. Los países del Tercer Mundo "esperan de nosotros que respetemos su autonomía política y cultural. Esto es válido también para el deseo del pueblo afgano de un Afganistán independiente y no alineado, libre de fuerzas extranjeras", dijo Schmidt.

Por la mañana, en la primera entrevista sostenida por los dos líderes, Schmidt dijo a Breznev: "Nos conocemos desde hace mucho tiempo y nunca le he mentido". Momentos antes, el canciller alemán aseguró al secretario general del PCUS que el presidente norteamericano, Ronald Reagan, quiere la paz y no la guerra, y que en sus conversaciones con él le había transmitido lo mismo sobre la voluntad de paz del premier soviético Leónidas Breznev.

En el curso de la conversación, Schmidt reprochó al dirigente soviético que, desde su anterior visita a Bonn, en mayo de 1978, la URSS había incrementado de 50 a 250 el número de sus cohetes SS-20. Esta aclaración de Schmidt está posiblemente relacionada con las críticas emitidas por Moscú sobre el cambio en los puntos de vista del canciller federal, quien, en mayo de 1978, firmó un comunicado conjunto con Breznev, en el que admitía que en Europa existía un equilibrio aproximado de fuerzas.

Visita anterior

Haciendo referencia a este aumento en el número de SS-20, Schmidt acusaba a los soviéticos de haber alterado el equilibrio militar. "Nunca pensé que usted fuese a apretar el botón, pero la existencia de esos cohetes es un medio de presión inaceptable", dijo Schmidt, que también se manifestó partidario de la opción cero para la nueva generación de cohetes soviéticos de radio inferior a 1.000 kilómetros.

Schmidt aseguró categóricamente en su brindis de ayer noche que, "si a pesar de todos los esfuerzos no se llega a un acuerdo (en Ginebra), la RFA cumplirá su obligación contenida en la segunda parte del doble acuerdo (estacionar los nuevos euromisiles) por su propio interés y el de toda la Alianza (OTAN)".

Equilibrio militar

Breznev -según explicó su portavoz- insistió en que en Europa existe actualmente un equilibrio militar aproximado, y calificó de confuso el término opción cero contenido en la propuesta lanzada por Reagan el miércoles de la semana pasada.

El portavoz dijo que "Reagan se olvida, no sé por qué motivos, que en Europa y en los mares que rodean Europa hay bombarderos atómicos y submarinos nucleares pertenecientes a la OTAN y que apuntan a la Unión Soviética".

Sobre los SS-20, Breznev expuso que no son nuevos, sino que existen desde 1975 y entonces nadie había dicho que constituyeran un problema.

En los años sesenta y setenta, la URSS propuso negociar sobre los cohetes de alcance medio y los sistemas de bases avanzadas, pero Estados Unidos rechazó la inclusión de estos temas dentro de las conversaciones para la limitación de armas estratégicas SALT.

También enunció que Estados Unidos, desde los años cincuenta, comenzó a poner en funcionamiento sus sistemas de bases avanzadas alrededor de la Unión Soviética.

La Prensa de Moscú hizo ayer especial hincapié en el ceremonial que está rodeando la presencia en Bonn de Leónidas Breznev, posiblemente con la intención de quitar el apelativo de viaje de trabajo.

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