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EDUCACIÓN

Los alumnos de primer curso de Bellas Artes no han empezado aún las clases

Los alumnos del primer curso de la facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid todavía no han empezado las clases con completa normalidad, cuando sus compañeros de los restantes cursos llevan ya un mes largo trabajando.

S. BARCIALas autoridades académicas del centro han visto desbordadas todas las previsiones de matrícula nueva al tener que admitir casi 150 alumnos más sobre los cien que habían calculado antes de comenzar el curso, y no disponen en este momento del equipamiento, instalaciones y profesorado indispensables.Como el resto de los centros universitarios del distrito, la facultad de Bellas Artes pretendió este curso limitar el acceso de nuevos alumnos en función de las condiciones que permitan garantizar una calidad de enseñanza mínima, que es el argumento que ha servido para el establecimiento del numerus clausus en todas las facultades de Medicina.

Como ha venido informando EL PAIS a lo largo de las últimas semanas, el precedente de Medicina, que ha resuelto en parte sus problemas de masificación de alumnado a costa de agravar los de otras carreras, ha suscitado el interés general por obtener un trato legislativo semejante. Casi todos los centros, y sobre todo aquellos en los que se imparten carreras de carácter experimental, se plantean la necesidad de una revisión en profundidad del actual sistema de selectividad, que, cuando menos, debería comportar la potestad de que cada centro realice sus propias pruebas de acceso.

En este sentido, la facultad de Bellas Artes, por las especiales características de sus enseñanzas, reivindica con mayor énfasis quizá que ninguna otra la conveniencia de contar con esa potestad, que le permita calibrar la capacidad y aptitud de sus futuros alumnos. El problema, en este caso concreto, se agrava con la circunstancia de que la formación artística es una de las principales lagunas del bachillerrato y de la enseñanza primaria. Lo que desde luego rechazan de plano los actuales alumnos de la facultad es la resurrección de los exámenes de dibujo que se aplicaban en el centro antes de convertirse en facultad universitaria. Con este criterio coincide el actual decano, Francisco Echauz, quien asegura que existen procedimientos suficientemente fiables para comprobar la capacidad creativa y artística de los estudiantes.

El hecho es que este curso la facultad no ha podido aplicar unas pruebas de selectividad específicas y, por otra parte, la Junta de Gobierno de la Universidad Complutense le ha pedido que eleve hasta 240 la matrícula del primer curso, que el claustro de la facultad había fijado en cien alumnos.

Nuevo edificio

Este desmesurado aumento del alumnado de primer curso ha desbordado por completo las actuales posibilidades del centro, que espera desde hace ya dos años disponer de un edificio anejo, destinado en principio para Escuela de Reproducciones Artísticas y abandonado desde su construcción, hace muchos años, al igual que el célebre y conflictivo edificio circular, situado también en las inmediaciones de la facultad.Por otra parte, la facultad tampoco cuenta con el material indispensable para todas las clases prácticas, ya que, desde hace dos años, se encuentra sin resolver el concurso público para la adjudicación de equipamiento por valor de unos seis millones de pesetas. La consecuencia es que las prácticas de laboratorio de fotografía (materia que forma parte del plan de estudios del primer curso) se tienen que realizar en los servicios, y en estos momentos los profesores están considerando la posibilidad de desarrollar estas clases en turnos de hasta cincuenta alumnos.

Los alumnos, según han señalado a EL PAIS sus representantes, son conscientes de los esfuerzos que el claustro está realizando para no demorar por más tiempo el inicio de las actividades académicas, respondiendo así a las peticiones de la Junta de Gobierno de la Universidad.

Probablemente, hasta el próximo mes de enero no se puedan formalizar los contratos de los seis nuevos profesores, que deberían haberse incorporado al comenzar este año académico, en que inician el segundo ciclo los alumnos que comenzaron sus estudios al convertirse en facultad la antigua Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando.

La facultad está llena de letreros y carteles desde los que los alumnos reclaman su derecho a recibir clase e ironizan sobre la circunstancia de que se estén encontrando con todos estos problemas en el año del centenario de Picasso y del regreso del Guernica.

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