Los jornaleros andaluces
Los pasados días 24 y 25 del presente mes me desplacé a la ciudad de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), donde pude comprobar que el paro se incrementa cada día.El motivo de mi viaje era conocer la problemática de los jornaleros que estos días se dedican a la recogida del algodón. Estas personas se levantan a las 5.30 horas, los recoge una furgoneta DKW, en la cual meten a 31 personas apiñadas, y los llevan a sus puestos de trabajo; la carretera, como yo mismo pude comprobar -pasé una jornada de trabajo con ellos-, está en pésimas condiciones, aunque no sea esto lo más importante.
Llegamos a Lebrija (Sevilla), que es donde se encuentran los campos de algodón. La recogida empieza a las siete de la mañana y termina a las 17.30 horas. Durante estas diez horas y media, los jornaleros no para ni para comer, ya que el kilo de algodón lo pagan a veintiséis pesetas; de esta forma, y con un poco de suerte, pueden ganar 1.200 pesetas, de las cuales tienen que entregar trescientas al dueño de la furgoneta (que se forra a costa de los jornaleros).
En resumen, después de esta larga jornada de trabajo llegan a casa con novecientas pesetas y sin ningún tipo de seguro que les cubra cualquier accidente.
Creo que esto es una injusticia, y es por lo que me dirijo a usted para que, a través de su periódico, lo haga extensivo a todos los ciudadanos. Pido al Gobierno y a la Junta de Andalucía (como dice el señor Escuredo que es padre de todos los andaluces) que se preocupen más por los jornaleros y no se consienta la explotación que sufren actu alm ente. /
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