Provincias de tercera

Hace unos días he leído en la Prensa que la CAT (Comisaría de Abastecimientos y Transportes) iba a iniciar en septiembre una nueva operación de canje de aceite, presumiblemente tóxico. ¿Será otro canje/chapuza como el anterior? Me explico: el pasado mes de julio estuve pasando unos días de vacaciones con mis padres en Puertollano (Ciudad Real); me decían que habían adquirido, hacía algún tiempo, a un vendedor ambulante dos garrafas de cinco litros de aceite sin marca, y que, al igual que otros vecinos que lo compraron, tenían miedo de utilizarlo. Les dije que no se preocuparan, pues se estaba realizando el canje en diferentes sitios, y que yo me enteraría al respecto. Al día siguiente llamé al Ayuntamiento, expliqué el caso y pasaron la llamada a la Policía Municipal; me explicaron que ellos, aparte de unas "circulares" que tenían de Sanidad, no tenían conocimiento de que hubiera en la provincia ningún centro de análisis o -canje para el mencionado aceite. Insistí en si había alguna oficina de la CAT local -la población pasa de los 50.000 habitantes-: "Bueno", me contestó, "hay un delegado de Abastos en el mercado que, además, está muy al corriente del asunto". Encaminé mis pasos al mercado, pero, ¡oh fatalidad!, el referido delegado no estaba esa mañana. Su sustituto me indicó que allí no sabían nada del asunto y, que si quería informarme, fuese a la Policía Municipal. Al advertir mi irónica sonrisa, añadió: "Allí tomarán nota de la cantidad... No se han dado casos en la provincia..." ¡Lo acabó de arreglar, pensé antes de marcharme! Dos días después, una emisora local daba escueta noticia de que se habían comercializado dos cisternas de aceite -la presunción por delante- tóxico en la provincia de Ciudad Real. ¿Provincias de tercera? Quisiera terminar expresando mi tristeza y decepción al comprobar cómo los partidos y centrales populares, que en otros casos -nimios si los comparamos con el que nos ocupa- han movilizado al pueblo, en éste, al parecer, no lo han considerado necesario para "pedir la cabeza", no ya de los responsables directos, sino de los "indirectos", de aquéllos que con su inoperancia, incapacidad o negligencia han permitido que esos delincuentes siembren el dolor y el terror en este sufrido país./