Se inaugura en La Habana el congreso de intelectuales y escritores latinoamericanos
Ausencia de gran parte de los autores más famosos
Alrededor de 250 personalidades de la cultura latinoamericana se han congregado en Cuba para defender la unidad de intelectuales y escritores latinoamericanos y denunciar a Estados Unidos por sus campañas anticubanas. Fidel Castro concederá, en la clausura, la orden José Martí al poeta cubano Nicolás Guillén, y el escritor Gabriel García Márquez será objeto de un homenaje. El escritor colombiano, principal promotor del Congreso de Intelectuales y Escritores Latinoamericanos, es el único de renombre mundial que interviene en el encuentro, ya que escritores como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Jorge Luis Borges y Octavio Paz no fueron invitados por ser considerados «hostiles al proceso de América Latina», y otros, como Julio Cortázar y Juan Rulfo, excusaron su asistencia.
Con el propósito de defender la unidad cultural de América Latina y denunciar la campaña de animadversión y desconfianza desatada por Estados Unidos contra Cuba, fue inaugurado, en La Habana, el Congreso de Intelectuales y Escritores Latinoamericanos. «Es un reencuentro con Cuba», dijo Gabriel García Márquez, al referirse al congreso, mientras que el poeta cubano y vicepresidente de la Casa de las Américas, Roberto Fernández Retamar, señaló que había que estar agradecidos por la política norteamericana practicada en aquella área, «porque ha permitido que muchos intelectuales vuelvan a Cuba».
En efecto, es la primera vez que, desde el famoso caso de Heberto Padilla, muchos escritores vuelven a Cuba para participar en un encuentro internacional de solidaridad con Cuba y la revolución. Sin embargo, el congreso, que esperaba reunir a los grandes escritores del continente, sólo cuenta con un representante de nivel mundial: Gabriel García Márquez. Escritores como Julio Cortázar, Juan Rulfo o Miguel Otero Silva enviaron mensajes para justificar su inasistencia.
Otros crandes escritores del continente, como Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa., Octavio Paz o Jorge Luis Borges, no fueron invitados por los organizadores del congreso.
Roberto Fernández Retamar tuvo comentarios elocuentes para estos tres últimos escritores: «No se les invitó», dijo en una conferencia de Prensa, «porque son hostiles al proceso de América Latina. La venganza cruel que el futuro les depara es que el hombre del mañana recogerá lo bueno y dejará en el olvido lo deleznable y canallesco».
Alrededor de 250 participantes discutirán durante tres días los factores económicos y sociales que afectan a América Latina, como también aquellos que limitan la soberanía de los pueblos del continente y su lucha por conquistarla.
Homenajes a Nicolás Guilién y García Márquez
El congreso también servirá de escenario para un acto de reconocimiento a la labor literaria del poeta Nicolás Guillén. El poeta cubano recibirá, en el acto de clausura, de manos de Fídel Castro, la orden José Martí. El escritor Gabriel García Márquez, quien fue prácticamente el iniciador del congreso, también será objeto de un homenaje, más simbólico que oficial. Los escritores e intelectuales chilenos han preparado una breve declaración, en la que manifiestan el reconocimiento de los chilenos a la promesa hecha por García Márquez de no publicar mientras gobierne el general Augusto Pinochet en aquel país. Los chilenos piensan que el gesto del escritor colombiano fue valioso, pero con la declaración quieren también -aunque con retraso- liberarlo de tal promesa.
El congreso se desarrolla en un momento en que Cuba está siendo acusada por el Gobierno de Ronald Reagan de ser la promotora de la insurrección en Centroamérica. Frente a estos ataques, el diario oficial Granma publicó una declaración del Gobierno cubano, en la que se afirma que «Haig y el Gobierno de Estados Unidos han mentido de manera consciente». La declaración también denuncia que es evidente una nueva escalada contra Cuba y advierte que más de medio millón de personas han intresado en las milicias de tropas territoriales para defender el país.
Fe en las personas
«Este congreso», dijo a EL PAIS el escritor uruguayo Eduardo Galeano, «es una respuesta a las amenazas contra Cuba, pero también puede ser, en un sentido profundo, una respuesta a la bomba de neutrones». Si la bomba de neutrones es una bo mba que suprime a las personas y respeta a las cosas materiales, «aquí», dijo Galeano, «se han juntado intelectuales y escritores para reafirmar su fe en las personas, al margen de las cosas».
Babelia
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