El PNV intenta darle carácter "infantil" al concurso de cuentos de Bilbao
Quiere evitar incidentes como el de la quema de libros de este año
Los concejales del PNV en el Ayuntamiento de Bilbao, sin duda para legitimar a posteriori su decisión de quemar los cuentos participantes en el concurso convocado por la Corporación el año pasado, pretende introducir en las bases de una posible segunda edición del concurso una mención al carácter infantil de los cuentos participantes. El PNV justificó la quema diciendo que algunas de las obras premiadas no eran aptas para ser repartidas en las escuelas.
El tema fue objeto de debate en la Comisión de Cultura del Ayuntamiento bilbaíno, reunida ayer bajo la presidencia del nacionalista José Olaechea. Con la oposición de los corporativos de izquierda, los concejales del PNV plantearon que la nueva edición, en cuyas bases se incluiría la mención al carácter infantil de las obras a concurso, se denominase Segundo Concurso de Cuentos del Ayuntamiento de Bilbao. La oposición argumentó que, de admitirse la inclusión de dicha mención, se trataría de la primera edición de un nuevo concurso, sin que pudiera establecerse continuidad respecto al del año anterior, en el que, desde luego, nada hacía suponer que el destino de las obras fuera el de ser distribuidas entre los niños. La verdad es que la prueba de que ni siquiera los corporativos del PNV pensaron en dar este destino a los cuentos seleccionados es que el propio presidente de la Comisión de Cultura participó, aunque sin voto, en las deliberaciones del jurado y que el alcalde, Jon Castañares, firmó un elogioso prólogo a la selección de una veintena de cuentos que se publicaría con cargo al presupuesto municipal.Pese a estas evidencias, los dirigentes y órganos de expresión del PNV han seguido utilizando como principal argumento justificativo del recurso a la hoguera el del carácter infantil que deberían tener los cuentos. Por más que sus opositores han insistido una y otra vez en que ninguna cláusula de las bases establecía ese tipo de limitación, e incluso que, más allá de cualquier consideración jurídica, identificar el género literario cuento con narraciones destinadas exclusivamente a los niños sólo revelaba un insospechado nivel de incultura, los portavoces del PNV se han hecho los despistados sobre esta argumentación y, sin contestar, se han limitado a reiterar incansablemente su discutible razonamiento inicial.
"Para todos los ciudadanos"
De todas formas, y en un prudente intento de curarse en salud por lo que pudiera suceder, los concejales del PNV han propuesto una segunda modificación en las bases, en el sentido de advertir que sólo serán admitidos a concurso aquellos cuentos que se consideren «válidos para todos los ciudadanos». Las bases no precisarían, sin embargo, bajo qué criterios una obra -que ahora sería, ya de partida, infantil- podría ser considerada apta o no para «todos los ciudadanos».En esas condiciones, según comentario recogido ayer en medios culturales de Bilbao, «en el caso hipotético de que el nuevo concurso llegase a organizarse, lo que parece bastante difícil es que el PNV sea capaz de reclutar un jurado mínimamente solvente dispuesto a aceptar que se le imponga esa especie de selección previa que permitiría teoricamente eliminar a cualquier candidato con la excusa de que su trabajo no fuera válido para todos los ciudadanos».
Por lo demás, los corporativos están de acuerdo en duplicar la dotación de los premios (que pasarían a ser de 100.000 pesetas para cada una de las secciones, en eusquera y castellano, respectivamente), así como en elliminar la cláusula por la que el Ayuntamiento se atribuía la propiedad intelectual de los trabajos premiados.
Teóricamente, esta cláusula podría ser invocada por el Ayuntamiento para interferir el proyecto de un colectivo de libreros, editores y asociaciones ciudadanas de Bilbao de publicar el mes próximo una reedición del libro quemado. El proyecto incluye el compromiso de los libreros de renunciar al porcentaje habitual de beneficio para financiar con el remanente la convocatoria de un concurso paralelo al del Ayuntamiento.
Babelia
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