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Aprobada la incorporación de los jóvenes a la dirección de las explotaciones familiares agrarias

La integración de la carrera judicial en un cuerpo único y las facilidades para que los jóvenes herederos que colaboren en una explotación agraria se incorporen a la dirección de la misma son las novedades legislativas más destacadas aprobadas ayer por el Pleno del Congreso. Por una parte, se aprobó el proyecto de ley orgánica de integración de la carrera judicial y del secretariado de la Administración de justicia, y por otra, el estatuto de la explotación familiar agraria y de los jóvenes agricultores.

El primero de los proyectos de ley citados, por tener carácter de orgánico, fue sometido a votación de conjunto, con el siguiente resultado: 282 votos favorables, dos en contra y una abstención. El socialista Félix Pons y el centrista Javier Moscoso expresaron la satisfacción de sus respectivos grupos por la aprobación de una ley que da cumplimiento, hasta tanto se apruebe la ley orgánica del Poder Judicial, al mandato constitucional sobre la integración en un cuerpo único de los jueces y magistrados y el estatuto jurídico de la carrera Judicial y del personal al servicio de la Administración de justicia.De acuerdo con el texto aprobado, la carrera judicial forma Un único con las categorías de magistrado del Tribunal Supremo, magistrado y juez. La categoría de juez consta de dos grados: ascenso e ingreso. La mitad de las vacantes en el grado de juez de ascenso se cubrirán por antigüedad y las restantes mediante un sistema de pruebas selectivas que determinará: reglamentariamente el Consejo General del Poder Judicial. Las plazas de jueces de ascenso, reservadas al turno de pruebas selectivas que llegasen sin proveer, pasarán al turno de antigüedad. Análogo sistema se seguirá en el cuerpo de secretarios de la Administración de justicia.

La explotación familiar agraria

El ministro de Agricultura, Jaime Lamo de Espinosa, presentó al Pleno el proyecto de ley de explotaciones familiares agrarias, cuyos objetivos fundamentales son, según dijo, favorecer la progresiva incorporación del colaborador y presunto sucesor a la dirección de las explotaciones, reconociendo su participación en los trabajos y responsabilidades de la empresa; modificar los mecanismos sucesorios de manera que la integridad de la explotación familiar quede protegida, promover el desarrollo técnico y económico de las explotaciones familiares que se consoliden o alcancen viabilidad socioeconómica y facilitar el acceso de los jóvenes agricultores a la propiedad de los medios de producción y a la sucesión de las explotaciones familiares agrarias.

El proyecto de ley se aprobó prácticamente igual que lo que dictaminó la Comisión de Agricultura y con un importante nivel de acuerdo entre los principales grupos de la Cámara.

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La sesión plenaria del Congreso de los Diputados de ayer concluyó poco antes de las diez de la noche, con una intensa bronca de la izquierda al portavoz centrista, Miguel Herrero, quien acusó de electoralismo e irresponsabilidad a quienes se felicitaban por haber ganado una votación sobre pensiones vitalicias agrarias.

Al término de una sesión por lo general anodina -el presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, llamó insistentemente la atención de los diputados y, concretamente, llamó al orden al socialista Múgica y a los centristas Escartín y Arnau- se sometió al Pleno la toma en consideración de una proposición de ley de la Minoría Catalana sobre pensiones vitalicias en el régimen especial agrario de la Seguridad Social con anterioridad al 20 de febrero dé 1974. Por el procedimiento electrónico, la votación fue: 125 favorables, 127 en contra y dos abstenciones. Dado el escaso margen de diferencia, se repitió la otación por el procedimiento de levantarse a votar y se produjo un vuelco del resultado: 119 a favor, 114 en contra y cuatro abstenciones.

El socialista Esteban Granados se felicitó por el resultado y censuró duramente al Gobierno por no haber sido capaz de resolver el problema que afecta a este colectivo de pensionistas y a otros muchos. Por el grupo centrista, Miguel Herrero hizo una llamada a la responsabilidad, por estimar que los 26.000 millones de pesetas que supondrán las pensiones citadas hay que unirlos al medio billón de transferencias al sector agrario, que «dan al traste con los pactos sociales que acaban de firmar centrales sindicales responsables».

En medio de un gran abucheo, con intenso pateo de los diputados socialistas, Miguel Herrero señaló que es muy agradable gastar el dinero popularmente, «pero, a veces, resulta muy irresponsable». «Queremos evitar, aunque sea impopular», añadió, «la bancarrota de la nación». Terminó expresando su confianza de que, en trámites parlamentarios posteriores se pueda evitar la bancarrota nacional, objetivo que, según dijo, debería ser compartido por todos los grupos. Estas palabras fueron premiadas de nuevo con un fuerte abucheo.

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