500.000 personas se envenenan al año por causa de los pesticidas

El libro Circle of poison (Círculo de veneno), recién publicado en Estados Unidos por dos periodistas especializados en temas de investigación, denuncia el hecho de que las grandes compañías químicas norteamericanas hayan conseguido luz verde del Gobierno Reagan para exportar pesticidas que están prohibidos en su país de fabricación.David Weir y Mark Schapiro, trabajando para el Instituto para la Política del Desarrollo, en San Francisco, afirman que la cuarta parte de la exportación de pesticidas de Estados Unidos está formada por productos prohibidos en el país, o cuyo uso está severamente restringido.

Según las estadísticas de la Oriianización Mundial de la Salud, los pesticidas envenenan a 500.000 personas todos los años, causando la muerte de 5.000 de ellas. La mayor parte de estas víctimas se producen en el Tercer Mundo, donde muchos usuarios se intoxican por causas aparentemente fútiles, tales como la utilización de botellas que contuvieron pesticidas para recoger agua de beber, o el uso de tambores de insecticidas para recoger el agua de lluvia.

Exportación de sustancias cancerígenas

Weir y Schapiro describen en su libro cómo las compañías estadounidenses continúan exportando el lombricida denominado DBCP a los países tropicales, a pesar de la suspensión de emergencia decretada por la Agencia para la Protección Ambiental (EPA) en 1979, por sospechas fundadas de que tal sustancia causa cáncer y esterilidad. Otra compañía norteamericana continúa exportando el pesticida llamado Phosvel, a pesar de que la Administración estadounidense de Seguridad Ocupacional y Salud había demostrado que causaba serios trastornos al sistema nervioso central de los trabajadores que manipulaban el producto y de los usuarios que lo utilizaban en faenas agrícolas.Según los autores del libro, no sólo sufren las consecuencias de esta situación los países fundamentalmente tercermundistas, a los que se exportan los pesticidas y demás productos químicos prohibidos en Estados Unidos. En efecto, alrededor de un 10% de los alimentos que importa Estados Unidos contienen niveles ilegales de pesticidas.