El posible rearme de Nicaragua por la URSS relanza la idea de un "plan Marshall" para Centroamerica

Según el diario The Washington Post, Nicaragua recibió, vía Cuba, varios tanques soviéticos del modelo T-55 y aviones Mig. La noticia, no confirmada por el Departamento de Estado, parte de «fuentes de los servicios secretos». En la misma información del diario norteamericano figura un mentís oficial del Gobierno de Managua que califica de «totalmente infundados» los rumores de suministro de material militar soviético a Nicaragua.

En realidad se trata de un elemento más a sumar a la tensión en la región centroamericana y del Caribe, donde Cuba, Nicaragua y los mo vírníentos guerrilleros de izquierda juegan el papel de «desestabilizadores» a sueldo de Moscú, especialmente en El Salvador, visto bajo la óptica de Washington.Para contrarrestar el «peligro comunista» en la zona, la Administración del presidente Ronald Reagan viene hablando desde hace varias semanas de un programa análogo al Plan Marshall, que ayudó a la recuperación económica de los países de Europa occidental después de la segunda guerra mundial.

Esta nueva estrategia de la política estadounidense en el Caribe (que incluiría todo Centroamérica y las islas de la zona) supone una búsqueda de «soluciones pacíficas» a la crisis general centroamericana. Unfondo inicial de unos mil millones de dólares sería constituido para fomentar las inversiones en los países del área, bajo patrocinio de Estados Unidos.

En tal contexto político, dos visitas diplomáticas adquieren particular interés estos días en Washington. Primero, la llegada mañana, jueves, del ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, seguida el fin de semana de la visita del presidente de México, José López Portillo.

El francés Cheysson, experto en temas tercermundistas, tendrá ocasión de exponer a la Administración Reagan la visión de Francia en Centroamérica, sin duda muy lejos de la actual actuación norteamericana de enviar consejeros militares (56 en la actualidad) y material bélico (por valor de 36 millones de dólares) a El Salvador.

El presidente mexicano López Portillo insistirá también. en el uso de fórmulas negociables en la situación centroamericana.

Quedan pendientes en el nuevo análisis reaganista las salidas para los malos de la película centroamericana, Cuba, en primer lugar, y Nicaragua, a continuación.

La figura de Fidel Castro formará parte de uno de los temas políticos más candentes de la entrevista Reagan-Portillo. México apoya la candidatura de Cuba como participantes de la cumbre de países del diálogo Norte-Sur, programada para mediados de octubre en Cancun (México). Mientras que EE UU amenaza con boicotear simbólicamente la reunión, con ausencia del presidente Reagan, si debe sentarse en una misma mesa con Fidel Castro.

En relación con Nicaragua, las posiciones son menos radicales en Washington. Al margen de las información periodística de suministro de material militar soviético a Managua, junto con el entrenamiento, en aviones de caza Mig, de unos ochenta pilotos nicaragüenses en distintos países del Este, los expertos del Departamento de Estado en Asuntos Centroamericanos están divididos entre sí. Hay quien opina que debe favorecerse una línea de oposición al régimen sandinista, mientras otros consideran que aislar a los sandinistas acentuará las posiciones de su ala izquierda, con peligro de que Nicaragua se convierta definitivamente en una «segunda Cuba» en Centroamérica.

« Puede haber tanques soviéticos en territorio nicaragüense», afirmó Dan Fischer, portavoz del Departamento de Estado. Sin confirmar ni desmentir las informaciones de Prensa, el portavoz norteamericano añadió que Nicaragua cuenta ya con el mayor Ejército de los países de la zona, «lo que supone un peligro para sus vecinos».

Por su parte, el presidente de la Junta Revolucionaria de Managua, Daniel Ortega, aseguró al Post que las informaciones sobre envío de material soviético a Nicaragua «carecen de todo fundamento».