La CEE dudó siempre de su eficacia

La forma en la que el Gobierno norteamericano ha levantado el embargo de ventas de cereales a la Unión Soviética ha causado cierto malestar en el seno de la Comunidad Económica Europea (CEE), que siempre dudó de la eficacia del bloqueo. Los diez eran decididos partidarios de normalizar las relaciones comerciales agrícolas con la URSS.Medios próximos a la Comisión Europea recordaron que aún no hace un mes el Gobierno estadounidense aconsejó a la Comisión que no autorizara a Francia a vender cerca de 600.000 toneladas de grano a Moscú. La CEE se comprometió hace algo más.de un año a respetar el embargo norteamericano y a no vender a la Unión Soviética el grano que Estados Unidos dejaba de vender como represalia por la invasión de Afganistán. Esta decisión, que fue adoptada bajo fuerte presión de Washington, fue confirmada también, hace menos de un mes, por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE. Dado que la cosecha de cereales en la CEE es este año excepcionalmente abundante, los ministros dieron instrucciones a la Comisión para que buscara en otros mercados la salida de los excedentes.

En medios comunitarios se dudó siempre, sin embargo, de la eficacia de esta medida de retorsión. Las dudas de la CEE quedaron confirmadas cuando, a los pocos meses de iniciarse el mismo, se comprobó que la Unión Soviética había comprado más cereal que nunca, acudiendo a mercados como Argentina, que no se sumó al boicoteo, o incluso a países como Australia, que, pese a haberse comprometido a no proporcionar cereal extra a Moscú, aumentó fuertemente sus exportaciones.