El escritor Josep Pla será enterrado hoy cerca de su masía de Llofríu, en el Bajo Ampurdán

El escritor Josep Pla falleció en la mañana de ayer en su residencia del Mas Pla, de Llofriu, en las proximidades de Palafrugell (Bajo Ampurdán), a la edad de 84 años. El estado de salud del escritor ,había sufrido un grave empeoramiento en la noche del lunes al martes como consecuencia de una trombosis vascular. Por esta causa, en los dos últimos días había perdido el habla y sufría estertores. A pesar de su deteriorado estado general, gesticulaba y reconocía a las personas que le visitaban. Sus restos recibirán sepultura esta tarde en el panteón familiar del cementerio de Llofriu.

Según Alfred Almeda, uno de los médicos que le atendieron en los últimos días, el estado preagónico del escritor se inició sobre las seis de la madrugada de ayer. A las 10.30 horas le sobrevino un paro cardíaco que le produjo la muerte.El sepelio tendrá lugar a las cinco de esta tarde, en la iglesia de la localidad de, Palafrugell. Sus restos serán enterrados en el panteón familiar del cementerio de Llofriu.

Las exequias serán oficiadas por el abad del monasterio de Poblet, Maur Esteve, quien pronunciará el sermón necrológico. La misa será concelebrada con el obispo de Gerona, Jaume Camprodón. Está previsto que a los actos fúnebres asista el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol; el consejero de Cultura, Max Caliner, y el director general de Actividades Artísticas y Literarias de la Generalidad, Albert Manent, junto con otros cargos de la institución autonómica.

Durante la tarde de ayer, familiares y amigos del escritor, así como diversas personas, se trasladaron a la masía de Llofriu, para testimoniar su pésame.

El cadáver del escritor fue expuesto en un ataúd en la misma habitación en que murió. Entre sus manos tenía un rosario. Tras el ataúd se colocó una imagen de la Virgen de algo más de un metro de altura. Entre las primeras personas que se personaron a dar el pésame, estuvieron el gobernador civil de Gerona, Ramón Codina, y el ex presidente de la Generalidad provisional, Josep Tarradellas.

La noticia del fallecimiento de Josep Pla se extendió rápidamente y fue ampliamente divulgada por la radio y la televisión. El principal comentario fue la coincidencia de la fecha de su muerte con la de Cervantes y Shakespeare: y con la celebración de la fiesta del libro. La personalidad y la obra de Pla fue punto de obligada referencia en la práctica totalidad de escritores que ayer fueron entrevistados por las cadenas de radio y televisión en ocasión de la citada fiesta.

Tanto en el Mas Pía, de Llofriu, como en el Ayuntamiento de Palafrugell se recibieron ayer numerosos telegramas de pésame, entre ellos uno de la Generalidad como institución.

El estado de salud de Josep Pla empezó a ser motivo de preocupación después de que el pasado 31 de diciembre sufriera un desvanecimiento cuando se disponía a participar en una cena en el hotel Ampurdán, de Figueras. Una anemia, motivada por su obsesión en no tomar alimentos sólidos, fue mermando su estado de salud hasta el punto de que el pasado 2 de febrero accedió a que se le trasladara a una clínica de Figueras. Tras una breve estancia en el centro sanitario, pasó unos días en el monasterio de Poblet, regresando después a su masía de Llofriu.