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El 98: distintas perspectivas de una sola generación

Laín: "La ambivalencia es la condición básica del liberalismo"

«La ambivalencia es, según Marañón, la condición básica, el nervio físico y psíquico (no político) del liberalismo. En la raíz de esta ambivalencia está el amor y la generosidad, que hacen que el liberal no sepa lo que hacer cuando hay que elegir entre uno y otro lado de la barricada. El mundo avanza a costa del dolor del liberal». Estas son algunas de las claves de comprensión de la figura de Gregorio Marañón expresadas por el profesor Pedro Laín Entralgo en una conferencia sobre Verdad y libertad en Marañón pronunciada el martes pasado en la Fundación Juan March.Con la intervención de Pedro Laín Entralgo comenzó un ciclo de conferencias sobre Liberales españoles contemporáneos, dedicado a las figuras de Marañón, Ortega y Gasset, Pérez de Ayala y Azaña.

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El profesor Laín Entralgo llegó a definir a Marañón como hombre que vivió su vocación de hombre más allá del modo en que fue médico, escritor, historiador, español, moralista y hombre social y hombre de esperanza. Previamente había analizado, a través de los textos de Marañón, por lo menos once pares de contradicciones vitales. Entre estas contradicciones, Laín Entralgo desarrolló las de timidez-expresividad, generosidad de sí mismo -atención permanente a la obra propia, blandura a la petición ajena-, rebeldía contra la inquisición del compromiso externo, inclinación a la moda romántica y al científismo, estimación de la fe y complacencia en la duda, gusto por la soledad y por la convivencla, razón y sinrazón gusto por el viaje y por la quietud, vituperio y elogio de la prisa, deseo del bienestar general y temor a las consecuencias niveladoras del bienestar social, y, por último, patriotismo médular y esencial cosmopolitismo.

La forma que tuvo Marañón de vivir la ambivalencia fruto de estas contradicciones no se traducía en angustia -dijo Pedro Laín-, sino en ansiedad de un hombre esperanzado. «Su condición de liberal y su generosidad le hacían creer que todos (derechas e izquierdas) irían liquidando sus diferencias y terminarían conviviendo en una existencia común ».

El profesor Laín Entralgo añadió que le gustaría citar la obra y, el significado de Marañón junto a la de otros tres eminentes intelectuales liberales españoles, aunque hubo otros muchos de la misma talla. De esta forma citó a Unamuno, «quien proyecto su ser liberal en la idea de la agonía»; a Ortega y Gasset, «que vivió lo mismo que Unamuno, pero considerado desde otra perspectiva», y Américo Castro, «que murió soñando con la integración de La vividura hispánica con la eficacia actual».

Pedro Laín Entralgo terminó su conferencia lanzando un reto a la consideración de la audiencia: «¿Sigue actual el ideal de estos hombres? Puestos al día los ideales liberales, ¿constituyen el camino para el logro del proyecto de desarrollo de bien común en la actual sociedad?».

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