Descubren en Almuñécar una necrópolis fenicia

Casi un centenar de tumbas y numerosas piezas de artesanía -cerámica y orfebrería, sobre todo- han aparecido en las excavaciones realizadas este verano en una necrópolis fenicia descubierta en Almuñécar (Granada) por un equipo de arqueólogos dirigidos por Federico Molina Fajardo, profesor de Prehistoria de la Universidad de Granada. «La importancia de los hallazgos efectuados es que contribuyen a despejar un período oscuro de la historia de la colonización fenicia en la Península», explica Molina Fajardo.

El profesor de Prehistoria añade que «entre el siglo VII antes de Cristo y los principios de la romanización no se había podido confirmar hasta ahora su pervivencia más que en las fuentes escritas, que a veces hinchan o deforman la realidad».«Por otra parte, se observa una gran influencia oriental en las piezas de los ajuares funerarios, lo que demuestra la existencia de una estrecha relación con los países más lejanos del Mediterráneo, como Egipto o Líbano, de donde procedían los fenicios. Este año viajaré a Roma para ponerme en contacto con los especialistas en la materia y poder valorar así el alcance de los descubrimientos».

La necrópolis de Almuñécar -Sexi, en el mundo fenicio- se encuentra situada en el paraje llamado Puente del Noy, junto al instituto de bachillerato. Las prospecciones que se llevaron a cabo el año pasado revelaron la presencia de gran cantidad de restos en varias colinas situadas en esta zona. Actualmente han comenzado las expropiaciones de los terrenos, y la Diputación Provincial de Granada ha aportado la cantidad necesaria para construir una cerca y convertir la necrópolis, en una especie de museo al aire libre.

«Hemos encontrado tres niveles de enterramientos sucesivos», continúa Molina Fajardo. «La tipología general de las tumbas es rectangular, de dos metros a dos y medio por tres metros o tres y medio. Están excavadas en la roca, con dos estrechamientos escalonados en profundidad, y en el fondo reposa el cuerpo, o los cuerpos, cuando son enterramientos dobles. Casi todas están rematadas con adobe, aunque también hay varias recubiertas de sillares. Muchas fueron violadas antiguamente por los propios fenicios o romanos, pero el nivel de violaciones no es muy alto, e incluso en las tumbas expoliadas se encuentran restos de alfarería, pues los ladrones, que afortunadamente no eran arqueólogos, las despreciaron».

«Es curiosa la constante presencia de huesos de cabra en todas las tumbas, lo que hace pensar que este animal estaba relacionado con algún ritual. En cuanto a los ritos de enterramiento, depende de la cultura y cronología. Hasta el siglo I antes de Cristo, los cadáveres eran inhumados, y a partir de entonces, incinerados».

Lucernas bicórnicas, huevos de avestruz, ungüentarios de arcilla, fíbulas de bronce, quemaperfumes, vasos campaniformes y baratijas diversas, como cristal de roca o cuchillos de sílex, son algunos de los objetos rescatados de la necrópolis de Almuñécar que pasarán a formar parte del Museo Arqueológico de Granada.

Entre los hallazgos más valiosos se encuentra una serie de piezas delicadamente talladas en marfil, hueso o piedra blanda, que se utilizaron como sellos o cuentas de collar y que denuncian una notable influencia oriental. Esta misma influencia se percibe en un conjunto de terracotas o en los grabados que adornan los escarabeos de coralina, otras muestras extraídas de la necrópolis.

En la financiación de las excavaciones, que exigieron movilizar 1.200 toneladas métricas de tierra, han contribuido la Dirección General del Patrimonio Artístico, la Delegación Provincial de Cultura, el Ayuntamiento de Almuñécar y el diputado Arturo Moya.