El abastecimiento petrolífero occidental, amenazado por la interrupción del tráfico en el estrecho de Ormuz
Si el mercado spot reaccionó con tranquilidad el lunes, con un precio estable de 281 dólares la tonelada, las tarifas subieron ayer, por la mañana, a 286 dólares, y posteriormente, a trescientos, cuando llegó de Londres la noticia de que Lloyds, el más importante grupo asegurador marítimo del mundo, declaró la región del golfo Pérsico como zona de guerra. Esto supone que se cuadruplica la prima del seguro a los barcos que se dirijan hacia ella.Se subraya, sin embargo, en los círculos profesionales de Rotterdam que los depósitos de este puerto, que es el más Importante del mundo, se encuentran más llenos que nunca y que las existencias de petróleo del mundo occidental son suficientes para cubrir las necesídades durante más de cien días.
El mercado libre de Rotterdam, al que las compañías petroleras integradas envían sus excedentes o donde completan sus aprovisionamientos, no representa más que el 5% del comercio de crudos de Europa occidental, pero los precios que se alcanzan en él son interpretados, generalmente, como un barómetro del mercado internacional.
Unos treinta superpetroteros se encontraban ayer bloqueados ante la «puerta de entrada al golfo Pérsico», que está bajo control de Irán, al Norte, y Omán, al Sur.
Por este cuello de botella, que apenas tiene una anchura de treinta kilómetros en algunos lugares, transitan cerca de novecientos millones de toneladas de petróleo al año, es decir, casi la totalidad de las exportaciones de los países de Oriente Próximo (Arabia Saudí, Irak, Kuwalt, Irán, Emiratos Arabes Unidos, Qatar). Por este estrecho circula el 60% del petróleo, destinado a los países de Europa occidental y el 15 % del que se dirige a Estados Unidos.
En Occidente, el país más afectado por el conflicto será Francia, que Importa 600.000 barriles diarios de petróleo de Irak y algo menos de 100.000 de Irán. Luego sería Brasil, con 400.000 barriles, y después, Italia y España, con 200.000 cada uno.
Los embarques de petróleo en el golfo Pérsico han sido interrumpidos a causa de los combates que se están produciendo en la región, según informan los círculos petroleros internacionales. Las autoridades de Bagdad han informado en tal sentido a las compañías internacionales, mientras que irán ha dado a conocer que sus aguas son zona de guerra y que los barcos que transiten por ellas deben llevar izadas las banderas de sus países de origen. Teherán también ha informado que los barcos que se encuentren en las proximidades de Chat el Arab deben abandonar estas aguas lo más rápidamente posible.
En Chat el Arab, origen y centro del enfrentamiento entre los dos países vecinos, los combates han producido ya daños en las instalaciones petroleras. Los depósitos de la refinería de Abadán, los más importantes de Irán y Oriente Próximo, han sido bombardeados. En el lado iraquí, la infraestructura de Fao, principal terminal petrolera, ha sido afectada, así como las instalaciones de la refinetía y las fábricas de reprocesamiento de gas en Basora.
La región de Chat el Arab, zona en litigio entre Irak e Irán desde principios de siglo, es vital para la economía petrolera de los dos países. Irak, cuarto productor mundial con 3,5 millones de barriles de petróleo diarios, hace fluir las dos terceras partes de su producción por la terminal de Fao. Irán, por su parte, tiene ahí dos puertos de primerísima importancia: Abadan y Jorramanshar.
