Historia de una polémica

La incoación de expediente de declaración como conjunto histórico-artístico de la margen izquierda del Duero a su paso por Soria, y especialmente de la zona en que se encuentran los monasterios románicos de San Juan de Duero y San Polo, la ermita barroca de San Saturio, el célebre paseo de los Alamos, que inspirara a Machado, y el monte de las Animas, que inspiró a Bécquer, fue una medida adoptada por la Dirección General del Patrimonio a la vista del proyecto que existía en Obras Públicas de construcción de un puente sobre el río y sobre el paseo que une los monumentos mencionados como parte de la posible solución al problema del tráfico.A la pretendida solución Sur, ya se habían opuesto públicamente tanto el Centro de Estudios Sorianos (23 de noviembre de 1978) como la asociación de defensa del patrimonio Hispania Nostra (9 de diciembre de 1978). Con estos antecedentes, el 18 de diciembre de 1978 se inicia la incoación del expediente de conjunto histórico-artístico de esta zona, a fin de salvar el paisaje. Era entonces ministro de Cultura Pío Cabanillas, y director general del Patrimonio, Emilio Verdera. El expediente se incoaba en virtud del artículo 17 de la ley de 13 de mayo de 1933 del Patrimonio.

La primera reacción en contra de esta medida del Ministerio de Cultura fue la del Ayuntamiento de Soria, que el 15 de febrero se opuso públicamente a la incoación del expediente, alegando que frenaría el desarrollo socioeconómico de la ciudad. El espaldarazo oficial a la incoación del expediente se produjo el 17 de febrero de 1979, con la publicación en el BOE.

Tras varias manifestaciones de oposición a la solución Sur protagonizadas por particulares y asociaciones ciudadanas, el 21 de septiembre de 1979 se elevó la petición de informe sobre el expediente al Consejo Asesor de Monumentos, órgano consultor de la Dirección General del Patrimonio. Entonces ya era ministro de Cultura Manuel Clavero, y director general del Patrimonio, Javier Tusell. El día 28 de septiembre de este mismo año, el Consejo Asesor de Monumentos hizo suya por unanimidad la ponencia del arquitecto Manuel Manzano Monis, en la que presentaba un estudio de las dos posibles variantes. La comisión asesora de monumentos se inclinó por la solución Norte, presentada por el Centro de Estudios Sorianos.

El 18 de octubre, Clavero Arévalo defendió en el Senado el expediente de incoación de declaración de zona monumental ante preguntas del senador García Rojo. El día 13 de mayo de este mismo año, Ricardo de la Cierva, nuevo ministro de Cultura, asumía todas las competencias en el asunto tras autorizar la construcción de la variante Sur, en contra de la postura mantenida por sus predecesores en el ministerio. Cuatro días más tarde dimitían casi todos los miembros del Consejo Asesor de Monumentos.