Rafael Alberti: "No se respetó la memoria de Lorca y Neruda"

«Me fui el pasado sábado de Fuente Vaqueros porque aquello no respondía a la consideración y el respeto debidos a la memoria de Federico y Neruda», declaró en Granada Rafael Alberti, antes de emprender su viaje de regreso a Roma, en relación con su abandono de los actos de homenaje a Federico García Lorca, sin llegar a intervenir ante el público.

«Por supuesto que también me dolió muchísimo el tratamiento personal que los organizadores me dieron a mí mismo», añadió el poeta gaditano. «Yo soy de la misma generación que Federico y Neruda, además de amigo íntimo de los dos, y resulta que descubren una placa con el nombre de Neruda en una calle del pueblo y ni siquiera me llaman para estar delante, cuando llevaba ya en Fuente Vaqueros más de dos horas. ¿Para qué nos llamaron a los poetas entonces? ¿Para atraer a la gente como reclamo únicamente?».Tras calificar de «auténtica grosería» el hecho de que los organizadores mandaran retirar una pancarta de bienvenida. que la agrupación local del PCA había colocado en la misma calle, Alberti dijo que «lo que tenían que haber hecho, en lugar de eso, era colocar otra saludando también al presidente Escuredo, que es un hombre que está haciendo mucho por Andalucía, a quien yo he acompañado en muchos otros actos y que se está portan do muy bien ». Posteriormente, durante la inauguración oficial del monumento a Lorca, en la plaza principal del pueblo, y el inicio del homenaje poético-musical, Alberti estuvo sentado entre el público unas dos horas, hasta que, con motivo de la actuación del cantante Raúl Alcover, se levantó de su silla y se marchó, sin esperar su turno de intervención. «Vámonos», le dijo a su acompañante, el profesor Juan Antonio Rivas; «no puedo aguantar que se mezclen los muertos con francachelas, ni lo serio con lo mercachifle. De seguir así, lo mismo vamos a tener hasta calzoncillos con la marca de Federico».

Los poetas, protagonistas

«Yo respeto mucho a los cantantes, y estoy cansado de actuar con ellos en cualquier parte», añadió más tarde Rafael Alberti, una vez en Granada, «pero sus actuaciones hay que saber graduarlas, porque la gente, de pronto, se entusiasma con las canciones y termina olvidándose del motivo central del acto, que en este caso no era otro que el homenaje a Federico y Neruda, cuyos protagonistas principales deberíamos haber sido los poetas».«Claro, que hubo otras cosas, fundamentalmente de carácter político, que me gustaron menos aún», terminó diciendo el único poeta de la generación del veintisiete presente en el homenaje. «El caso es que me sentí muy triste y no pude aguantar allí ni un minuto más, so pena de haberme arriesgado incluso a ponerme enfermo».