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Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
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Aportuguesados

Juan Ramón Jiménez, siempre en pleno uso de su vitriolo lírico, decía, celoso de la rivalidad de Antonio Machado:

-No está mal, pero es un poeta un tanto aportuguesado.

Todos los españoles, toda la política nacional, estamos hoy un tanto aportuguesados, que es lo contrario de portugalizados, y en seguida me explico. Portugal es nuestro espejo atlántico, pero apenas si nos miramos en él. Queramos o no, el pequeño país está ahí para reflejarnos anticipada o retardadamente, y si en España tenemos el motor, el cambio y la transición, en Portugal tenemos el espejo retrovisor por el cual podemos vernos a nosotros mismos, en pequeño, según el rastro histórico que vamos dejando. Anoche tuve que sufrir, en una cena con Fraga, convocada por la inminente revista Muy Señor Mío, el canto de nuestro voluntarioso y frustrado dictador al dictador realizado, voluntarizado y revivalizado que fue Salazar:

-Salazar es una de las figuras más interesantes del siglo y dejó un Portugal mucho mejor del que había encontrado.

Cuando Portugal hizo su confusa y tranquila revolución, los progres madrileños hablaban de la portugalización de España como camino a seguir. Portugalización era revolución/ socialización pacíficas. Hoy, controlada la revolución por Eanes, controlado Eanes por Sa Carneiro, y controlado Sa Carneiro por Suárez, Portugal vuelve al aportuguesamiento, que es la variante europea del tercermundismo, una cosa entre el bacalao a todas horas, entreverado de hambre, el fado de la resignación y el manuelino de las oligarquías.

En el pequeño país tenemos el gran modelo, para bien y para mal, como a veces Schiller llegaba más lejos que Goethe. Por un momento pareció que España iba a portugalizarse, pero ya vemos que ni siquiera se ha portugalizado Portugal, sino que se ha desportugalizado o aportuguesado, y no sin la incitación/invitación de Suárez, UCD y España.

Lento aportuguesamiento de una revolución que se queda así entre burocratizada y bananizada por los yanquis, lento aportuguesamiento de la vida española, porque Portugal, que es históricamente nuestro aprendiz de brujo, está haciendo más íngenuamente lo que aquí se ha hecho ladinamente: primero una revolución reformista y luego una reforma antirrevolucionarista.

-Me fastidia que el rey me llame de tú -decía Fraga en la cena/calvario de anoche.

A él le molesta que el rey le llame de tú. A mí, como soy republicano (y no digo ahora si de izquierdas o de derechas, que eso tienen que decirlo ustedes), me halaga que el rey me llame de tú, pero digo que del rey abajo, ninguno, y menos que ninguno los ningunos de UCD, partido que es la unidad seguida de ceros, y está propiciando una ley de Educación que ayer por la mañana tenía en armas dialécticas a todos los universitarios y pre. Me llamaron desde sus Facultades para decírmelo:

-Hemos pegado los cincuenta fólios del proyecto de ley por todos los pasillos, para que el personal sepa a qué masacre se le va a scimeter. Esto es Holocausto. Más madera.

Discriminación económica, clasista, del estudiantado, favor a las universidades de jesuitas y Opus y posibilidad de que proliferen. Como la represión, democrática o no, siempre es de dos direcciones, mientras se masacra así a los universitarios se pasa a los obreros por el tren de laminación del Estatuto del Trabajador, y un trabajador laminado es un Carpanta que vende su alma a Ferrer Salat por el sueño de un pollo. Triste España aportuguesada. Sólo falta que vuelva el Bloque Ibérico de Antonio Oscar Fragoso de Carmona.

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