Cincuenta años del arte americano el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid

El ministro de Cultura español y el embajador de Estados Unidos en España inauguraron ayer la exposición de arte norteamericano que se exhibirá en el Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid. La exposición, 270 obras procedentes del Museo de Arte Moderno de Nueva York, incluye pintura, escultura, carteles, cine y vídeo, además de dibujos y obra gráfica. Hay una muestra importante de diseño, arquitectura y fotografía, en una visión del arte moderno norteamericano, más allá de la separación tradicional de géneros, y celebra con ella el museo neoyorquino su cincuenta aniversario. Esta importante muestra, de la que EL PAÍS se ocupó cuando era expuesta en la Fundación Calouste Gulbekian de Lisboa, seguirá, tras su clausura en Madrid el 18 de noviembre próximo, un viaje por las principales capitales europeas e Israel.

El conjunto de obras seleccionadas para Europa por la dirección del museo de Nueva York pretende exportar, antes que nada, su propia concepción de museo, que fue revolucionaria en el momento de su fundación y que se ha continuado en los más importantes museos de nueva planta posteriores al neoyorquino. El museo se considera como un laboratorio y un centro de encuentro, de investigación y de renovación estética. Incorpora entonces todas las artes inclasificables desde el museo decimonónico, y se da a sí mismo un carácter múltiple: así, junto a los géneros tradicionales -pintura, escultura, dibujo y grabado- sobrepasa las artes plásticas, incluyendo diseño, cine, arquitectura y vídeo, y presta atención especialísima a esas zonas interartísticas, las artes reproducibles y la publicidad. El propio museo -como más tarde ha hecho el Centro Pompidou, de París- se ha ido dotando de secciones y personal dedicados a todos estos temas específicos. Y además mantiene una dimensión didáctica -documentación, publicaciones- muy importante.La selección de pintura que fue presentada a la prensa en la mañana de ayer muestra grandes cuadros de las principales figuras de la pintura norteamericana contemporánea. Hay ahora ocasión de ver en vivo obra de Motherwell, Albers, Pollock, Calder, Jasper Johns, Rothko, Oldemberg, Noland, Smith, Andy Warhol y otros muchos. En dibujo y acuarela se exhiben obras realizadas entre 1900 y 1945, y aparecen cuadros firmados por Man Ray, Stuart Davis, Charles Demuth, Burchfield, Feininger y John Marin.

Pero quizá lo más sorprendente sea la atención dada a la obra gráfica; se han colgado grabados de gran tamaño, en los que han sido utilizadas técnicas de descubrimiento, y se han aceptado procedimientos comerciales innovadores ya del concepto mismo de arte y su disfrute. Entre los artistas representados están Jim Dine, Nancy Graves, Chuck Close, dos espléndidos De Kooning, Sol Le-Witt, Lichtenstein y Rosenquist.

Además de esculturas, se exhiben algunos proyectos arquitectónicos de Kahn, y los diseños de muebles de Charles Eames. Los veintiséis carteles colgados en la misma mañana de la inauguración marcan, según su catálogo de presentación, la influencia en el arte americano de la emigración europea y también la recibida de la vanguardia del continente por los artistas de un género privilegiado por el uso y elevado ahora a categoría de arte. Por último, la fotografía se centra en la realizada en los años treinta, una década dorada del género en Norteamérica. Es en este momento cuando en la fotografía de arte americana se introducen dos ideas nuevas: la llamada estética documental y un nuevo concepto del periodismo. La fotografía como soporte de la historia y como parte de un conjunto introducida por la revista Life, traía al arte un estilo basado en las posibilidades narrativas de la fotografía.

En cine, la muestra consiste en un ciclo de dieciséis películas de Griffith, el maestro. Contrastan con el conjunto de cintas de vídeo de los años setenta, incluyen obras de Nam June Paik, Vito Acconi y Peter Campus, entre otros jóvenes, y son una muestra más de la atención del museo por la cultura y el arte en vivo.