Un buque para Argentina con 1.176 toneladas de explosivos y material bélico
El buque argentino Río Calchaqui, propiedad de la sociedad estatal ELMA (Empresa de Líneas Marítimas Argentinas), saldrá el próximo lunes del puerto de Bilbao hacia su país de origen con sus bodegas repletas de armamento fabricado en España: un total de 1.176 toneladas de explosivos y diverso material bélico.
El cargamento, consignado por Conflesa, comprende ocho partidas. Cinco de ellas, que totalizan 718 toneladas y que se encuentran distribuidas en 8.898 bultos, figuran bajo la denominación genérica de «material bélico no especificado». Los tres fletes restantes se dividen en 6.000 cajas con obuses de 106 milímetros (324 toneladas), 209 cajas cargadas de minas (130 toneladas) y tres palets con granadas (tres toneladas).Todo este armamento ha sido suministrado por la empresa Defex, de Orense; Explosivos Alaveses, con sede en Vitoria, y Esperanza y Cía, de Marquina (Vizcaya).
El buque argentino se encuentra en el puerto de Bilbao desde el pasado día 9 de octubre. Aunque su salida estaba prevista para hoy, dificultades de última hora la han retrasado hasta el próximo lunes. Una estancia en puerto tan prolongada resulta poco frecuente, dados los costos de mantenimiento de un buque de gran tonelaje.
El Río Calchaqui atracó inicialmente en el muelle Reina Victoria. de Santurce, para proceder a la carga de fletes de carácter general, entre los cuales los habla de garbanzos. ropa usada y titanio, entre otros. El pasado jueves, sin embargo, el buque se trasladó al muelle Princesa Sofía, que es justamente el último del puerto exterior de Bilbao.
El mismo jueves llegaban a las inmediaciones del mismo al menos doce camiones trailer de la empresa transportista bilbaína Pujana y Olabarri, con miles de cajas de explosivos. Varios jeeps de la Guardia Civil escoltaron el convoy hasta los muelles, pero una vez allí la vigilancia estaba limitada a dos carabineros que presenciaban la carga desde un vehículo.
El trasvase de la carga, de los camiones a la bodega del mercante, se efectuó de forma directa, procedimiento que no resulta habitual en el tráfico portuario y que sólo se utiliza en este tipo de embarques. Un llamativo cartel de «no fumar», pintado en rojo, daba una primera pista sobre la peligrosidad de la carga. En algunas cajas podía leerse: «explosivos 1.200».
Las ocho partidas de armamento figuran en el manifiesto de la aduana de Bilbao bajo los conceptos ya señalados, y cuentan con la correspondiente autorización de la Junta de Exportación de Armamento. Algunas fuentes portuarias bien informadas aseguran que otros dos barcos argentinos se dirigen en este momento hacia el puerto de Bilbao para embarcar próximamente cargamentos similares, hasta totalizar una operación superior a las 3.000 toneladas.
Para tener una idea exacta de lo que supone esta venta de armas, baste considerar que el descubrimiento de 88 toneladas de armas que iban a cargarse en Valencia con destino a Chile (Véase EL PAIS del 7 de octubre) motivó hace dos semanas una interpelación del PSOE en el Congreso de los Diputados.
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