"Con técnicas microscópicas es posible unir venas, vasos y tejidos rotos"
El doctor chino Chen Chung Wei, primer especialista mundial en reimplantación de miembros seccionados, director del Hospital Popular N.º 6, de Shanghai, y diputado en la Asamblea Popular de su país, inició sus trabajos de reimplantación de miembros superiores e inferiores en 1962, cuando reimplantó con resultados satisfactorios una mano totalmente seccionada. Presentó su experiencia en el congreso internacional de Roma en 1967, y hace un año, en el congreso de Kioto, presentó informes sobre más de cuatrocientos casos de reimplantación de miembros. Asimismo, ha conseguido trasplantar huesos de hasta un milímetro de grosor.El doctor Chen Chung Wei indicó a EL PAIS que «estos trabajos podrían hacerlos muchos médicos si contaran sobre todo con una gran organización», y señaló que «la revitalización de un miembro separado del cuerpo puede lograrse incluso a las cuatro horas de producirse la sección en países de clima cálido».
«La posibilidad de realizar estas experiencias -añadió- se cumple con una gran organización, que permite el traslado del miembro amputado a cámaras frigoríficas.» El doctor chino informó como anécdota que a veces ha llegado a su hospital antes el miembro seccionado que el paciente.
Microcirugía
La microcirugía es la base del éxito de estas operaciones. Gracias al empleo de técnicas microscópicas se puede proceder a la conexión de las venas, vasos y tejidos rotos. Simplificando las cosas, se podría decir que la microcirugía es un tipo de cirugía en el que se utiliza el microscopio como elemento de trabajo.
«La óptica nos facilita el trabajo -explica a EL PAIS el otro científico chino, el doctor Tao Chin Chun-, pues podemos aumentar entre seis y más de veinte veces cualquier objeto. Los cirujanos pueden ser más precisos, de todas formas, utilizando la óptica. Lo que normalmente tiene unos pocos milímetros se convierte en centímetros, con la consiguiente facilidad que eso brinda al cirujano.»
Uno de los grandes problemas biológicos que plantea la amputación de miembros, como todo trasplante de órganos, es el de los fenómenos de rechazo. Cada organismo vivo tiene una identidad que se expresa también a nivel bloquímico. Todo órgano ajeno a ese organismo que se introduce en él es percibido por el organis mo en cuestión coino algo invasor, algo que hay que eliminar y destruir por la amenaza que supone para la propia integridad. Este mecanismo universal de defensa se vuelve contra la propia vida cuando, como es el caso de los trasplantes, el elemento exterior es algo benéfico y positivo para la propia integridad.
Respecto al problema de los trasplantes, el investigador afirma: «Se puede considerar el problema desde dos puntos de vista. Primero, hay que elegir, para efectuar el trasplante, los organismos que resulten más cercanos, gemelos, hermanos..., o esforzarse porque sean, al menos, de la misma raza. Otra vía es la utilización de órganos animales. Otra posibilidad de actuación médica es la reducción de la capacidad de rechazo del cuerpo. »
«Hay dos tipos de rechazo -prosigue-: el que el órgano produce y el que el mismo cuerpo provoca. Lo que hay que atacar es el rechazo producido por el cuerpo. A esto nos ayudan los medicamentos inmunológicos. Los experimentos con animales han fracasado todos o casi todos me estoy refiriendo al trasplante animal-hombre, al trasplante de una parte de un animal a un hombre. Sin embargo, mi especialidad es la reimplantación, casi siempre en el mismo cuerpo del accidentado, lo que me resta autoridad para hablar de los mecanismos de rechazo.»
Prótesis o reimplantación
A veces, ante la amputación de órganos, la reparación aconseja una simple prótesis, es decir la implantación de piezas artifíciales. Según el cirujano, «la implantación de un órgano real, en lugar de una prótesis, es necesaria cuando el órgano se rompe totalmente. Se podría poner un órgano artificial, pero éste nunca superará al órgano natural reimplantado, a pesar de los adelantos de la electrónica ».
Los órganos amputados se conservan, según explican los científicos chinos, «pasando a un congelador los órganos, después de haber sido limpiados, donde pueden permanecer unas 36 horas. En animales hemos conseguido unas 108 horas».
A la pregunta sobre si se da o no recuperación total, una vez re,Insertado el órgano, los especialistas aseguran que «depende del caso, de que los nervios estén bien o mal, de que se hayan destrozado en el accidente o no. Lograr unir lo amputado con el cuerpo no quiere decir salvar el nervio. En cuatrocientos casos que he tenido, hay curación en un 60-70%, curación que permite el normal desempeño de sus funciones».
Los dedos, son, según los investigadores chinos, los órganos en los que con más facilidad se producen amputaciones en accidentes. «Habría que desarrollar -dicen- la prevención para evitar más accidentes, aunque a veces; son inevitables. Cuando hay un accidente en un hospital rural, lo más normal es que ese miembro sea amputado.»
Popularizar la técnica
Según el doctor Tao Chin Chun, «en Estados Unidos de América también se ha desarrollado esta especialidad», pero la razón de que esté tan desarrollada en Oriente es una consecuencia del sistema social. «Nosotros estamos al servicio del campesino -añade- y del obrero chino, que es en quienes el accidente se produce. Otra razón puede ser que entre nosotros no hay secretos, lo que quiere decir que cuando tenemos una técnica la popularizamos en seguida. »
«Ya hace años que se experimenta sobre huesos, nervios, músculos, venas y piel -continúan- Con los antibióticos se avanzó mucho. Todo lo que ahora somos se lo debemos a lo que han hecho nuestros maestros. A nosotros nos lo paga todo el Estado, porque eso es más beneficioso para el pueblo. Tenemos los laboratorios que necesitamos. »
Respecto a la opinión de los doctores Tao Chin Chun y Chen Chung Wei sobre el desarrollo de estas técnicas en España, opinan que «los hospitales españoles están equipados para emularnos. Hay buena técnica, pero falta investigación. Espero que con nuestra colaboración, potenciada por la visita del Rey de España a China, podamos cooperar más. Ya se practica en España la microcirugía, pero no está generalizada. Estamos seguros que va a desarrollarse más».
Un tema, por último, que roza la ciencia-ficción. ¿Qué conquistas serían posibles con el desarrollo de estas técnicas? ¿Cabría un trasplante de cabeza? «No se puede unir la espina dorsal -contestan los investigadores. La persona ya no tendría conciencia de sí misma. En este terreno no se ha avanzado mucho a nivel clínico; sólo a nivel académico... » Otros temas para desarrollar lo constituyen los trasplantes de órganos internos, de funcionamiento más complejo. El problema del rechazo está presente en ello. sobre todo en los casos del pulmón y el páncreas, «pero no hay que desanimarse -concluyen. Hay que seguir investigando, desarrollando la cirugía vascular».
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