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Se suceden los incidentes en los procesos contra los disidentes juzgados en la URSS

Varios incidentes y numerosas recusaciones; se han producido en el transcurso de la segunda jornada de los juicios que se siguen en distintos lugares de la URSS contra los disidentes. La esposa de Alexander Guinsburg, Irina Zhalkouskaya, fue expulsada ayer por dos veces de la sala del tribunal de Kaluga, por llamar «mentiroso» a uno de los testigos. Diecinueve de los testigos citados por la defensa de Guinsburg fueron recusados por el tribunal. Entre ellos se encontraban Sergei Vladimov, presidente de la sección soviética de Anmesty International, y Malva Landa, una de las fundadoras del «grupo soviético de Helsinki».

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Por su parte, la madre de Shcharansky, Ida Milgrom, rehusó servir de testigo en el juicio, como había sido propuesta por el tribunal, por no desearlo su hijo.En Kaluga, a 180 kilómetros de Moscú, uno de los testigos, Arkadi Gradoboyeu, antiguo visitante de la casa de los Guinsburg, declaró que el escritor «vivía a cuenta del Fondo Solzhenitsyin, creado en Occidente para financiar la actividad antisoviética de las personas con ánimos hostiles hacia la URSS». Posteriormente calificó a la familia de pornográfica e inmoral y al acusado de parásito. Dijo que los Guinsburg obligaban a sus hijos a escuchar La Voz de América, en lugar de la radio soviética y las canciones de Vissotsky y Yuli Kim. Irina Zhalkouskaya le increpó, llamándole mentiroso, y el presidente del tribunal la expulsó de la sala.

La agencia soviética Tass ha señalado que la esposa de Guinsburg, llamada a declarar en el proceso, «injurió a los testigos y se mostró irrespetuosa ante el tribunal». En la. sesión de tarde le fue permitida la entrada y solicitaron que diera «garantías para poder seguir el curso normal del proceso», proposición que ella rechazó y , de nuevo, se la expulsó de la sala.

La esposa de Guinsburg ha salido impresionada por el estado de salud de su marido, que tiene 42 años y a quien no veía desde hace dieciocho meses. «Ha envejecido -dijo- y parece tener más de sesenta años de edad. En los meses que lleva detenido el color de sus cabellos ha cambiado totalmente.» Otro de los testigos, un psiquiatra, subrayó que «las acusaciones del escritor sobre los sanatorios psiquiátricos son falsas». En esta misma línea, ha testificado un enfermo que estuvo recluido, quien señaló: «los médicos siempre nos trataron muy bien».

Con la decisión de seguir el juicio a puerta cerrada, en el segundo día del proceso iniciado en Moscú contra Anatoly Shcharansky la acusación facilitó su versión sobre la labor de espionaje que realizaba en complicidad con el periodista norteamericano Robert Toth, expulsado de la URSS en junio de 1977. Según informó Tass «el disidente ayudó al periodista a entrar en contacto, de una forma conspiratoria con poseedores de secretos entre hombres de ciencia».

Acusaciones de espionaje

Las principales acusaciones contra Shcharansky son las de haber recogido datos sobre emplazamiento de empresas industriales, programas espaciales, informes de genética y parapsicología y pasárselos al periodista, considerado un agente de los servicios secretos de otro país.

Sobre el proceso iniciado contra Víctor Piatkus, el físico disidente Sajarov ha declarado que se había suspendido después de la lectura del acta de acusación. También informó que el procesado se negó a entrar en la sala; «no puedo participar en esta comedia», gritaba, y fue obligado a sentarse en el banquillo por cuatro militares.

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