Homenaje popular en Granada a Federico García Lorca

«Hoy cumple, no digo que cumpliría, sino que cumple Federico García Lorca, ochenta años de edad. Y está aquí, vivo, con nosotros. Hablando y cantando por nuestra boca. Mirando este día de fiesta con nuestros ojos. Empuñando flores y banderas, tocando las guitarras con nuestras propias manos. Respirando con nosotros. Porque los poetas no mueren. A los poetas no hay rayo que los parta. Ni cáncer que se los coma. Ni pistolas, ni fusiles que abatan su vuelo. Porque los poetas como Federico viven eternamente en el corazón y en la memoria de su pueblo.»Con estas palabras el poeta granadino José García Ladrón de Guevara trajo a la memoria de los varios miles de personas congregadas en la plaza de Fuentevaqueros, a las cinco en punto de la tarde del día 5 de junio, fecha del ochenta aniversario del nacimiento de García Lorca a pocos metros de dicha plaza, el recuerdo emocionado de aquel primer grito de libertad -«¡Federico vive!»- legalmente lanzado por él mismo al aire de la vega granadina hace dos años, durante la fiesta por la libertad y la democracia en homenaje a Lorca, que entonces supuso el primer gran acto popular de masas autorizado en España a la oposición democrática desde la guerra civil.

Fuentevaqueros ha podido vivir, en efecto, todo un día de fiesta grande en homenaje a su paisano Federico García Lorca, el más universal de los poetas granadinos de toda la historia. Primero fueron los niños del pueblo, alumnos del colegio de Enseñanza General Básica que lleva el nombre del poeta, quienes recordaron por la mañana a su paisano con una lectura de poemas en su memoria escritos por ellos mismos. Por la noche, después de cuatro horas de duración del homenaje en sí, la presentación oficial de la primera edición española de las dos obras inéditas de Lorca (El público y Comedias sin título), el ofrecimiento de un ramo de flores a Carmen Ramos, una anciana de 86 años que fue en su día niñera de Federico, y la celebración en la plaza de una gran verbena popular, prolongaron la fiesta hasta bien entrada la madrugada.

A las cinco en punto de la tarde, mientras por los altavoces se oía la voz de Nuria Espert recitando los famosos versos de Lorca del Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, dos palomas blancas volaron sobre la plaza para anunciar el inicio de la fiesta popular.

Las actuaciones de los cantantes, poetas y artistas llegados al pueblo para intervenir en el homenaje se prolongaron a continuación por espacio de cuatro horas. «Estoy desde la emigración -dijo el autor teatral José Martín Recuerda, cuya obra Las arrecogías en el Beaterio de Santa María Egipciaca se representa estos días con gran éxito en Granada- cansado de Federico en todas partes. Yo tuve también que emigrar de Granada como Federico y desde que me fui ni su nombre, ni el de Fuentevaqueros, ni el de Granada, han podido ya despegarse de mis labios.

Carlos Cano, Paco Moyano Antonio Mata, Miguel Angel González, Enrique Moratalla, Angel Luis Luque, Manolo Montes y el extremeño Juan Antonio Espinosa, entre otros cantantes y cantaores de flamenco, así como los poveros de la Alpujarra y los poetas Ladrón de Guevara, Pepe Heredia y Juan de Loxa, quien rebautizó a Fuentevaqueros como «Fuente de la Libertad», protagonizaron a lo largo de la tarde los momentos más destacados.

Entre las múltiples adhesiones que organizaciones políticas y personalidades de la cultura que fueron llegando a Fuentevaqueros durante el acto, dos en especial caben ser destacados por su significación: la del presidente de la Junta de Andalucía, Plácido Fernández Viagas, y la del poeta y amigo de. Lorca, Jorge Guillén, quien, al no haber podido desplazarse personalmente al homenaje por motivo de salud.