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Misión militar argentina en París para comprar material bélico

La llegada, anteayer, de una misión militar argentina para negociar la compra de material bélico a Francia acentúa las protestas en este país contra la violación de los derechos del hombre por la Junta presidida por el general Videla. Parlamentarios, personalidades científicas, gran parte de la opinión, continúan exigiendo noticias sobre los veintidós franceses desaparecidos, mientras un documento circulado de las pasados con el título de Imperialismo francés en Argentina revela los intereses económicos, militares e ideológicos que, en su opinión, condicionarían la acción del Gobierno de París ante el de Buenos Aires.

El vicealmirante Lambroschini preside la delegación que llegó el viernes último a París, en «visita privada», para negociar la compra de barcos y aviones.Al llegar al hotel Meurice, domicilio parisiense del pintor Dali, los dos maleteros de servicio, al enterarse de la identidad de los clientes, se negaron a «transportar las maletas de la Junta argentina». Instantáneamente fueron despedidos del hotel.

El embargo parcial de venta de armas a Argentina, decidido por Estados Unidos, obliga a las autoridades de aquel país a comprar en Europa. Recientemente, otras delegaciones negociaron en España y en Gran Bretaña.

El almirante Lambroschini, que el próximo mes de septiembre puede suceder al almirante Massera en la Junta que gobierna Argentina, se interesa en Francia por corvetas, misiles de defensa antiaérea Crotale y aviones Super-Etendard.

Este viaje se realiza en vísperas del comienzo del Campeonato Mundial de Fútbol y paralelamente, cuando aprovechando este acontecimiento deportivo, aumentan de día en día las manifestaciones en toda Francia, se multiplican los testimonios sobre las violaciones de los derechos del hombre y, en cada ocasión, se exigen noticias de los veintidós franceses desaparecidos desde que se instaló la Junta en el poder.

Sin noticias de los desaparecidos

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Ayer, el secretario de Estado del Ministerio de Asuntos Exteriores, Olivier Stirn, respondió a peticiones de varios diputados afirmando que «no hemos podido conseguir noticias de los franceses desaparecidos». Algunos diarios, estos últimos días, han pretendido demostrar que el Gobierno francés «tiene las manos atadas porque más que los franceses víctimas de la dictadura, pesan los intereses económicos que lo ligan a la Junta». Francia es el segundo proveedor de armas y el tercero en materia de inversiones extranjeras en Argentina: el 10 % del total de estas inversiones es francés, además de cuarenta empresas galas, de las más importantes, instaladas en suelo argentino. Días pasados apareció un dossier elaborado por el Comité de Apoyo a las Luchas del Pueblo Argentino (CSLPA) que, bajo el título Imperialismo francés en Argentina, informó ampliamente sobre los intereses que limitarían las posibilidades de las autoridades francesas para presionar a la Junta.Este informe asegura, también que, ideológicamente, «los muchachos de Salan» (así se les llama a los militares franceses instalados en Argentina, procedentes de la OAS de la guerra de Argelia) tienen que ver con la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A) y que son ellos quienes han introducido en Argentina la teoría de la guerra antisubversiva y de la acción psicológica. El almirante Sanguinetti, expulsado del Ejército francés hace dos años, declaró al respecto que «esta ideología ha influido más a los militares argentinos que la doctrina de la «seguridad nacional» del Pentágono».

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