Orbán busca sabotear la unidad europea y exige a la UE que inicie negociaciones con Rusia

Los caballos de Troya del estadounidense Donald Trump en Europa ya se han activado. Uno de los más activos, el primer ministro húngaro, el nacionalpopulista Viktor Orbán, ha exigido este sábado en una carta al presidente del Consejo Europeo, António Costa, que la UE inicie negociaciones directas con Rusia para un alto el fuego en la guerra contra Ucrania “siguiendo el ejemplo de Estados Unidos”. En la misiva, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, el líder de la UE más afín al ruso Vladímir Putin y visto en muchas ocasiones como el submarino del Kremlin en el club comunitario, amenaza con sabotear la unidad de los Veintisiete y se opone al consenso sobre el apoyo a Ucrania que los jefes de Estado y de Gobierno buscan visibilizar en la cumbre del próximo jueves en Bruselas.

Se trata de una reunión que puede ser aún más decisiva tras lo sucedido el viernes en la Casa Blanca, donde Trump amenazó y trató de humillar al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, que también está invitado a la cumbre. En la cita, los líderes de la UE quieren emitir un mensaje claro sobre que el apoyo militar seguirá llegando a Kiev para que pueda abordar cualquier negociación desde una posición de mayor fuerza. También resaltar la importancia de dotar de garantías de seguridad al país invadido por Rusia, según el borrador de conclusiones de la cumbre visto por este diario.

Sin embargo, en su carta, Orbán amenaza con bloquear cualquier acuerdo. Dice que las “diferencias estratégicas” en el bloque europeo son “insalvables” y que no tiene sentido emitir ninguna declaración ni conclusiones de los 27 Estados miembros. “Un intento de adoptar una conclusión escrita del Consejo Europeo sobre Ucrania proyectaría una imagen de una UE dividida”, afirma el líder húngaro.

El nuevo ataque de Orbán a la postura europea sobre Ucrania llega, además, la víspera de otra cumbre en Londres, en la que el primer ministro británico ha invitado para este domingo a varios mandatarios europeos, entre ellos, el español, Pedro Sánchez, para hablar sobre Ucrania y sobre proyectos comunes de defensa.

El nacionalpopulista húngaro ha hecho de su oposición al apoyo de la UE a Ucrania su postura tradicional, y se ha dedicado a bloquear o dilatar los sucesivos acuerdos de respaldo del club comunitario a Kiev: desde el apoyo económico, los paquetes de sanciones contra la órbita del Kremlin o la integración del país invadido en la Unión. No obstante, siempre ha terminado cediendo en el último momento. Ahora, con Trump al otro lado del atlántico y otras voces afines a Moscú y al estadounidense (como la del eslovaco Robert Fico), acordar un consenso puede ser aún más difícil.

Resolución de la ONU

De hecho, Orbán propone al presidente del Consejo Europeo que los Veintisiete se limiten a respaldar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU aprobada esta semana con el apoyo de EE UU y Rusia, y secundada por China, que no hacía referencia a la invasión rusa de Ucrania, ponía en la misma posición al agresor, Moscú, que al agredido, Kiev, y exigía el fin del conflicto. Una resolución, la primera que logra sacar adelante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en la que los países europeos miembros —Reino Unido, Francia, Dinamarca, Grecia y Eslovenia— se abstuvieron pero no la vetaron. “La resolución [de la ONU] marca una nueva fase en la historia del conflicto y hace que todo el lenguaje acordado anteriormente por el Consejo Europeo sea irrelevante”, dice el húngaro en su carta al portugués Costa.