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"Siento gran admiración por los médicos y científicos españoles"

Andrew Schally, premio Nobel de Medicina 1977

«Siento una gran admiración por España, por sus médicos y científicos. Tengo una gran amistad con los doctores Antonio Gómez-Pan, Vicente Pozuelo, Aniceto Charro, Fernández Cruz (padre e hijo), José Botella, Joaquín Cortés Prieto... Sus trabajos siempre se publican en las mejores revistas científicas americanas.» Con estas palabras, pronunciadas en perfecto castellano, Andrew Schally, polaco nacionalizado en Norteamérica, premio Nobel de Medicina 1977, reconocía la aportación de la ciencia española a la endocrinología, campo en el que se ha producido los descubrimientos que han dado lugar al Premio Nobel de Medicina de este año. Así comenzaba nuestra conversación telefónica con Schally.Tres personas comparten el máximo galardón de la ciencia mundial de este año: el citado doctor Andrew Schally, cincuenta años, catedrático de la facultad de Medicina de Nueva Orleans; Roger. Guillemin, 52 años, francés afincado en Estados Unidos, decano desde 1973 del instituto Salk de La Jobla (California), y Rosalyn Yalow, 51 años, de Broux, física nuclear, que empleó treinta años de su vida en la investigación de hormonas. El instituto Karolinska, de Suecia, que concede los Premios Nobel, explicó así el mérito de la aportación a la medicina mundial de estos tres científicos: «Se les concede el premio por sus descubrimientos sobre la producción de hormonas péptidos en el cerebro.. que han puesto las bases para la moderna investigación del hipotálamo. Su experiencia, realizada en animales, pudo ser rápid4mente transferida a los humanos e incluida en las prácticas clínicas...»

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Hormonas hipotalámicas y su función reguladora

El doctor Schally continuaba trabajando en su laboratorio de Nueva Orleans cuando le llamamos por teléfono. Allí eran las seis de la tarde. En Madrid, las doce de la noche. «Estudios clínicos realizados en España han servido para confirmar la veracidad de mis investigaciones -prosiguió el doctor Schally- Muchos de ellos aún no han sido publicados.» Aislamiento de somatostatinaPrecisamente uno de estos españoles, el doctor Antonio. Gómez-Pan, conoció a Schally en 1971. El doctor Gómez-Pan, que trabajaba en Inglaterra con el profesor Reginald Hall, hizo un estudio sobre hormonas hipotalámicas. Su mayor contribución científica, en colaboración con Schally, se produjo estudiando la somatostalina, una hormona producida en el hipotálamo, pero que luego se vio también era producida en otras partes del organismo. como, por ejemplo, el estómago y el páncreas. Los trabajos de aplicaciones clínicas de la somatostatina en el control de la diabetes y algunas enfermedades digestivas real izados por el grupo angloamericano, han sido mencionados en la declaración de concesión del Nobel

Control de la hipófisis

Para entender el significado de estas investigaciones debe tenerse. en cuenta que el hipotálamo es una pequeña parte del. cerebro, un órgano, que no sólo preside y regula todo el sistema endocrino, sino que, además, asociado al sistema nervioso autónomo, regula también las actividades inconscientes del organismo.

Del hipotálamo depende la actitud del organismo ante el calor y el frío, el apetito, el crecimiento' la función sexual, la actividad cardíaca y de los vasos sanguíneos, la respiración, la digestión y el sueño. Todos estos campos de nuestro funcionamiento orgánico son. frecuente objeto de trastornos de índole síquica.

Es bien conocido por la medicina sicosomática y por el sicoanálisis la gran relación que existe entre ciertas enfermedades o molestias: insomnio, estrés, problemas sexuales, palpitaciones, molestias gastrointestinales, etcétera, y los conflictos de origen afectivo. También se constata la relación entre la percepción de calor o frío y la situación emocional. El hipotálamo, al ser, a la vez, centro de la vida emocional y rector del sistema endocrino que controla las diversas respuestas de los órganos de nuestro cuerpo, es el punto de unión de nuestro mundo físico y nuestra vida síquica. Pero hasta ahora, aun siendo intuidos estos hechos por diversas escuelas del pensamiento médico, no habían podido ser explicados en términos bioquímicos, cosa que ha empezado a suceder con el aislamiento de las hormonas hipotalámicas. Este aislamiento abre el camino a la comprensión de cuál es el carácter químico de los mensajes que el hipotálamo envía al sistema endocrino, haciendo posible en un futuro quizá no muy lejano la síntesis en laboratorios de multitud de productos que podrían controlar ese funcionamiento endocrino.

El modo según el qué se lleva a cabo esa regulación radica en la hipófisis, glándula, también denominada directora de la orquesta endocrina, situada en la base del cerebro, que controla todas las glándulas de secreción interna. La hipófisis, a su vez, está controlada por el hipotálamo.

La esencia, pues, del trábajo de los premios Nobel de este año radica en la consecución del aislamient6, identificación, síntesis y aplicación clínica de las hormonas hipotalámicas que actúan sobre la hipófisis.

Las hormonas reguladoras, aisladas independientemente por los grupos de Guillemin y de Schally, llegan del hipotálamo a la hipófisis, donde a su vez influencian la síntesis y secreción de las hormonas hipofisiarias.Investigadores españoles

Refiriéndose al papel de los investigadores españoles mencionados en los grandes avances logrados en el terreno endocrinológico, el doctor Schally dijo que «hemos llevado a cabo estudios clínicos que confirmaban nuestras hipótesis de trabajo. Muchos de estos estudios se llevaron a cabo en centros españoles, en colaboración con los doctores Cortés Prieto, Pozuelo, Charro, Fernández Cruz y Botella. El doctor Gómez-Pan lleva colaborando conmigo desde el año 71, inicialmente desde Newcastle, donde trabajaba con el profesor Hall, y actualmente es un activo colaborador desde Madrid».

«Se han hecho muchos trabajos en España -prosiguió- Por ejemplo, el trabajo de Gómez-Pan sobre los efectos de la somatostatina sobre la función endocrina y exocrina del aparato digestivo ha tenido mucha resonancia en los medios científicos.»

Schally estuvo por primera vez en España, según él mismo nos cuenta, en 1967. Se considera muy amigo de todo lo hispano y piensa volver de nuevo la próxima primavera a nuestro país.

Unidad sico-fisica Uno de los viejos sueños de la ciencia parece a punto de lograrse con las investigaciones de Schally y de tantos colaboradores en la investigación sobre el hipotálamo: la comprensión de la unidad interna del individuo humano, entre su di mensión orgánica y su vertiente síquica.

La vieja idea, postulada por otros españoles como Novoa Santos y Marañón sobre el carácter unitario del mundo emocional y la vida orgánica, se ve afianzada en las investigaciones de Schally, Guillemin y sus colaboradores, que al comenzar a entender el papel de las hormonas hipotalámicas, pueden empezar a dar una explicáción bioquímica sobre el cómo se produce la acción concertada, en el hipotálamo, entre la actividad emocional del ser humano y la res puesta endocrina.

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