Inauguración en Madrid del Museo Salvador Allende
Ayer se inauguró la exposición que en cinco galerías madrileñas -Multitud, Juana Mordó, Rayuela, El Coleccionista y Aele- recoge los fondos actuales del Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende.Coincidiendo con la conmemoración del golpe sangriento de los militares contra el pueblo chileno, un elevadísimo número de artistas españoles han vuelto a hacer donación de sus obras para reconstruir, ahora en el exilio, aquel Museo de la Solidaridad del año 1972.
En efecto, el año 1970 y con una idea de José María Moreno Galván, coincidiendo con el viaje que un grupo de españoles realizó a Chile en lo que se llamó la Operación Verdad, éstos propusieron al presidente Salvador Allende la creación de un museo con donaciones de todos los artistas del mundo como reconocimiento internacional al proyecto chileno y como ayuda para la realización completa de sus esperanzas.
Allende, al inaugurar en 1972 las primeras donaciones, diría: «El compromiso, que asumimos con absoluta confianza en las fuerzas de nuestro pueblo y en el apoyo que nos brindan nuestros amigos, es de perseverar sin desmayo en el proceso emprendido con el triunfo cívico de la Unidad Popular esencialmente destinado al hombre-pueblo para incorporarlo encondiciones dignas también al campo de la cultura.»
Pinochet y los situados a su sombra han retrasado la posibilidad de culminar con bien dicho proceso. Por ello, las nuevas donaciones no son ya un museo de la solidaridad, sino la solidaridad con la resistencia. Por ello, escribe José María Moreno Galván en el catálogo de la muestra ayer inaugurada: «La terquedad es hermana de la verdad. Esta es la segunda apertura del Museo Allende de la resistencia americana. Buena suerte. Si aún tuviéramos que hacer una tercera salida, como nuestro señor don Quijote, se haría. No acabará venciéndonos el pinochetismo.»
Una de las principales organizadoras del nuevo museo, Carmen Bau, declaró para EL PAIS: «Ante el hecho de que la Junta Militar, a pesar de las protestas realizadas, se negara a devolver las obras alegando que pertenecían al pueblo chileno y, además, no mostrara las obras salvo en excepcionales ocá siones, hizo que Mirian Contreras, la que fuera secretaria. del presidente, resucitara en 1975 la idea de un museo popular. Contando con el apoyo de la Casa de las Américas y del Gobierno cubano, se hizo la propuesta a diferentes países.
Hemos inaugurado ya en Colombia, Venezuela, Francia y en diferentes ciudades españolas.
El museo pretende ser, fundamentalmente, un servicio político al pueblo chileno. Cada inauguración, cada novedad, recuerda la tragedia que hoy vive Chile.»
Babelia
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