Bonn intenta "financiar" su política de distensión con Moscú
La República Federal de Alemania (RFA) se propone dar un paso más en la «financiación» de la política de distensión con la Unión Soviética. En este sentido, la comisión mixta germano-soviética ha iniciado el estudio de un conjunto de planes y de operaciones con el fin de tener a mano resultados prácticos con que justificar la visita de Brejnev a Bonn, el próximo otoño.La comisión y el Gobierno han contado hasta ahora con la resistencia de los empresarios pequeños y medianos, a los que no beneficia el carácter de los intercambios germano-soviéticos. El déficit de divisas que padece la URSS, primer país comprador de la RFA en el bloque socialista, ha llevado durante el pasado año a una reducción de las importaciones de productos alemanes en un 2,8%, mientras que las exportaciones soviéticas a su primer cliente occidental aumentaron en un 34,5%. El volumen de los intercambios alcanzó en 1976 11.100 millones de marcos.
Los empresarios medianos y pequeños desean que el Gobierno presione a Moscú para que pague sus compras en moneda convertible en lugar de en productos propios. Sin embargo, hasta el momento no parece que se haya encontrado un criterio que sustituya al actual, favorable tan sólo a grandes realizaciones. Los integrantes de la comisión mixta por parte alemana indican que la apertura comercial mutua beneficiará en lo sucesivo, como hasta ahora, a los grandes consorcios. Los representantes alemanes son el presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio, von Amerongen, el presidente de Krup
Beitz, un miembro del consejo administración de la firma Hoechst, y el presidente de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Industrial, Kapp.
Entre los proyectos a estudiar y a presentar oficialmente en ocasión de la visita de Brejnev a Bonn, se incluye la producción de conducciones para gaseoductos y oleoductos, plantas químicas y metalúrgicas, la creación de un conjunto electrometalúrgico en Oskol y varios planes de explotación de materias primas soviéticas. En cuanto a la financiación de todos estos proyectos, a situar en territorio soviético, parece que la URSS está dispuesta a conceder excelentes condiciones de coparticipación a los grandes consorcios alemanes que tomarán parte en su montaje.
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