Los escritores catalanes se oponen al "Pen Club Español"

Un grave enfrentamiento entre escritores de lengua catalana y de lengua castellana puede producirse como consecuencia de los deseos de estos últimos, de constituir una agrupación del Pen Club Internacional con sede en Madrid y de ámbito estatal. Esta organización internacional fue creada en 1930 con la finalidad de agrupar a los escritores de todo el mundo, en defensa de la libertad de expresión.

El conflicto ha surgido al desear los escritores de lengua castellana dar el nombre de Pen Club Español a su agrupación. Se han opuesto a ellos los escritores catalanes, argumentando que ya poseen, desde 1931 su propio Pen Club y que dicha asociación se configura, en todo el mundo, en base a la lengua utilizada para la creación literaria, y no por estados. Así, en Bélgica y en otros países plurilingües, existen varias agrupaciones absolutamente independientes. Como alternativa, los escritores catalanes han procurado a los promotores de la iniciativa en Madrid, que su futuro grupo se denomine Pen Club de Lengua Castellana. El tema se complicó recientemente con motivo de una entrevista con el editor José Luis Cano, vicepresidente de la comisión promotora del Pen de los escritores de lengua castellana, aparecida en Estafeta literaria. En ella se aludía a una presunta existencia del Pen Club en Madrid «desde 1922 hasta 1936».

Esta información fue replicada a EL PAIS por el presidente y el secretario del Pen Club Catalán, el poeta Josep Palau-Fabre y el novelista Avel-lí Artis-Gener, respectivamente. «Hemos tenido acceso a las listas de asociaciones miembros del Pen Club Internacional y, tanto en las actuales como en las de los años treinta, no hemos hallado, en absoluto, ninguna referencia a la presunta existencia de un Pen Club con sede en Madrid», afirmaron ambos.

Los escritores catalanes añadieron: «La única entidad existente en el Estado español y reconocida por el Pen Club Internacional era, y es el Centre Catalá del Pen Club, constituido en 1931 y en funcionamiento desde 1922. No es, pues, cierto que en aquel período existieron dos Pen, uno en Madrid y otro en Barcelona. Existía, únicamente, el catalán, el cual no desapareció durante la dictadura, ya que continuó celebrando sus asambleas en la clandestinidad, una de ellas en el interior de un autobús, que aparentemente nos llevaba de excursión. »

La existencia, en efecto, en tiempos de la Segunda República, de un Pen Club Catalán, presidido por Carles Riba, está fuera de toda duda. Incluso en 1935 se celebró en Barcelona el Congreso Internacional del Pen.

Los informantes precisaron que veían con auténtica satisfacción la constitución de un Pen de Lengua Castellana «al igual que existen procesos parecidos y paralelos en Galicia y en Euzkadi», pero en la cuestión del nombre seremos absolutamente inflexibles: no puede haber un pretendido Pen español en un país multilingüe, donde, por si fuera poco, hasta el presente sólo existe un Pen catalán, absolutamente vivo».