Revelaciones de la comisión Argentina de Derechos del Hombre

Cifras pavorosas, por tratarse de seres humanos, sonaron ayer en un salón de las Naciones Unidas, durante el desarrollo de la rueda de prensa que ofreció la Delegación Internacional de la Comisión Argentina de Derechos del Hombre, bajo el auspicio de la Liga Suiza de los Derechos Humanos. Fue denunciada la existencia en Argentina de 2.300 muertos, a partir del golpe de Estado en marzo de 1966, 10.000 prisioneros políticos y entre 20.000 y 30.000 desaparecidos. Este balance trágico, con caracteres genocidas, corresponde a menos de un año de dictadura militar.

Los informantes sostuvieron que esta acción represiva y asesina es posible sólo a través de lo que calificaron de terrorismo de Estado, es decir, que sólo un aparato estatal militarizado y estructurado es capaz de provocar tantas víctimas en tan poco tiempo. La comisión argentina presentó a dos testigos de torturas: el chileno Sergio Muñoz y el sacerdote norteamericano Patrick Rice, ambos expulsados por el Gobierno.

También se denunció la íntima ligazón existente entre las policías represivas de Argentina, Uruguay y Chile, única manera, de explicar que argentinos apresados en Chile hayan aparecido en cárceles argentinas o uruguayas, y viceversa.